La mitad del gasto de Cultura en promoción del cine en festivales es para viajes de altos cargos

Iniciativa per Catalunya-Verds acusa a Vilajoana de 'hacer mal uso del dinero público'

Cada vez que una película catalana se exhibe en los certámenes internacionales, el Departamento de Cultura de la Generalitat envía un numeroso séquito de altos cargos al evento para promocionar el filme. Hasta el punto de que el gasto de los viajes de los altos cargos incluso supera en ocasiones la subvención que la Generalitat ha concedido a las películas catalanas que compiten. Este año, Cultura ha destinado 7,1 millones de pesetas a las películas catalanas exhibidas en Venecia, Berlín, Cannes y Moscú, y 6,5 millones a los viajes de altos cargos a estos certámenes.

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Cada vez que una película catalana se exhibe en los certámenes internacionales, el Departamento de Cultura de la Generalitat envía un numeroso séquito de altos cargos al evento para promocionar el filme. Hasta el punto de que el gasto de los viajes de los altos cargos incluso supera en ocasiones la subvención que la Generalitat ha concedido a las películas catalanas que compiten. Este año, Cultura ha destinado 7,1 millones de pesetas a las películas catalanas exhibidas en Venecia, Berlín, Cannes y Moscú, y 6,5 millones a los viajes de altos cargos a estos certámenes.

Los datos proceden de una veintena de preguntas que el consejero de Cultura, Jordi Vilajoana, ha contestado por escrito a petición del portavoz parlamentario de Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V), Joan Boada. Tras conocer las cifras, éste ha mostrado su indignación porel hecho de que la Generalitat gaste casi tanto en los viajes de altos cargos como en la promoción efectiva del cine catalán que compite en estos festivales, circunstancia que a su juicio supone 'hacer mal uso del dinero público'.

Las preguntas se refieren a los principales certámenes internacionales de cine que se celebran en Europa: Berlín, Venecia, Cannes y Moscú, donde se exhibió la película Mi dulce. En las sucesivas respuestas, Vilajoana deja claro que el 'motivo principal' de la asistencia de los altos cargos y él mismo a dichos festivales es la proyección de las películas catalanas correspondientes.

En el conjunto de los festivales citados, Cultura gastó 6,5 millones de pesetas en los viajes de los altos cargos que asistieron a los certámenes en el año 2001. La cantidad total que aportó a las películas y cortometrajes catalanes exhibidos ese mismo año fue de 7,1 millones si se exluye la partida destinada al doblaje al catalán.

Ocho personas en Berlín

El despliegue más importante de altos cargos de la Generalitat se dio en el Festival Internacional de Cine de Berlín, celebrado entre el 7 y 18 de febrero, por donde pasó un séquito de ocho personas en representación de la Generalitat: el consejero, su jefe de gabinete, el director general de Promoción Cultural, el director general del Instituto Catalán de las Industrias Culturales, el delegado del Área de Cinematografía y Vídeo y tres técnicos, dos de ellos vinculados a Catalan Films. Esta entidad, adscrita a Cultura, montó una caseta en el European Film Market, que se celebró coincidiendo con el festival. El gasto de estos viajes ascendió a 2,591 millones de pesetas, mientras que las dos películas catalanas que se exhibieron en el certamen obtuvieron una subvención de la Generalitat de 1,3 millones: un millón para Anita no perd el tren y 300.000 pesetas para el cortometraje Lalia.

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La relación se invirtió en el Festival de Cannes, celebrado entre el 9 y el 19 de mayo. Vilajoana estuvo acompañado por cinco personas, cuyo viaje costó 1,747 millones de pesetas. En este caso, las producciones catalanas sumaron subvenciones por valor de tres millones de pesetas. Pau i el seu germà obtuvo 2,7 millones, y el cortometraje El caso Pinochet, 300.000 pesetas.

En Venecia y Moscú, Cultura gastó respectivamente 1,143 millones y 1,037 en los viajes del consejero y su séquito. En el primer certamen se exhibió Faust 5.0 -subvencionado con 1,5 millones- y el cortometraje Bambolecho, con 364.000 pesetas, mientras que Mi dulce, proyectada en Moscú, obtuvo una subvención de Cultura de un millón de pesetas.

Woody Allen

En la enumeración de las actividades desarrolladas en Venecia, Vilajoana destaca la asistencia a la proyección de Faust 5.0, de Los otros y de The curse of the jade scorpion. Y en la respuesta por escrito, el consejero subraya un sorprendente logro con motivo de este viaje: 'Precisamente, aprovechando este acontecimiento se reiteró al señor Woody Allen -a través de su hermana- la invitación para visitar Cataluña', escribe Vilajoana, quien se jacta de que posteriormente, en octubre, Woody Allen visitó Cataluña.

El portavoz de Iniciativa en el Parlament, Joan Boada, considera 'escandaloso' lo que la Generalitat destina al viaje de los altos cargos en comparación con las subvenciones que otorga al cine catalán que compite en los certámenes. 'Tengo la impresión de que en estos viajes priman los intereses privados de ir a ver películas por Europa por encima de la promoción efectiva del cine catalán', asegura Boada, quien añade, con relación a la polémica sobre Harry Potter: 'A veces no hay dinero para el doblaje, pero en cambio no hay problema para los viajes de altos cargos'.

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