Ten amigos para ésto

Mis mejores amigos y amigas me amenazan con retirarme el saludo. Hay algunos y algunas, incluso, que me instan con mayor o menor agresividad a que les pague la tasa de basuras que quiere reimplantar el Ayuntamiento de Alicante. Y la razón es que leyeron una carta firmada por mí y publicada por la edición de la Comunidad Valenciana de EL PAÍS el 6 de octubre en la que parecía que me alegraba por eso de rascarme el bolsillo una vez más. Vaya en mi descarga que lo publicado por su (nuestro) diario era una parte pequeña de la carta original (están en su derecho, lo dicen claramente las normas de p...

Mis mejores amigos y amigas me amenazan con retirarme el saludo. Hay algunos y algunas, incluso, que me instan con mayor o menor agresividad a que les pague la tasa de basuras que quiere reimplantar el Ayuntamiento de Alicante. Y la razón es que leyeron una carta firmada por mí y publicada por la edición de la Comunidad Valenciana de EL PAÍS el 6 de octubre en la que parecía que me alegraba por eso de rascarme el bolsillo una vez más. Vaya en mi descarga que lo publicado por su (nuestro) diario era una parte pequeña de la carta original (están en su derecho, lo dicen claramente las normas de publicación) y que, en cualquier caso, la ironía es un buen recurso literario. Parafraseando al maestro Quevedo, ¿siempre se ha de decir lo que se siente? ¿siempre se ha de sentir lo que se dice? Pues no. Así que lo siento, amigos míos: si al final tenemos que pagar la tasa de basuras no me reclameis, que cada uno proteste o pague por la suya, que lo de dar palmas lo dije en broma y, como la vida y los sueños, las bromas, bromas son. Aunque lo de la tasa vaya en serio.