Cuatro veces inscritos y borrados como morosos
La tortuosa travesía judicial del comerciante de Leioa y su esposa les ha llevado a ser inscritos y borrados hasta en cuatro ocasiones como morosos, lo que imposibilita realizar cualquier operación en una entidad bancaria española o disponer de tarjetas de crédito, entre otros impedimentos.
El Santander inscribió por primera vez a los dos afectados en el fichero de morosidad de ASNEF el 30 de diciembre de 1993. Sin embargo, durante el periodo de investigación de la Fiscalía del Tribunal Superior vasco, entre noviembre de 1997 y noviembre de 1998, borró al comerciante. Luego, el Santande...
La tortuosa travesía judicial del comerciante de Leioa y su esposa les ha llevado a ser inscritos y borrados hasta en cuatro ocasiones como morosos, lo que imposibilita realizar cualquier operación en una entidad bancaria española o disponer de tarjetas de crédito, entre otros impedimentos.
El Santander inscribió por primera vez a los dos afectados en el fichero de morosidad de ASNEF el 30 de diciembre de 1993. Sin embargo, durante el periodo de investigación de la Fiscalía del Tribunal Superior vasco, entre noviembre de 1997 y noviembre de 1998, borró al comerciante. Luego, el Santander volvió a inscribirle coincidiendo con el archivo de la demanda.
En febrero de 2000 se les notificó que no aparecían de nuevo como morosos, pero el 6 de marzo se les incluía de nuevo en el fichero, situación que ha persistido hasta el 9 de octubre del pasado año. Desde esa fecha hasta ahora, no han vuelto a ingresar en esta lista negra, aunque desde julio del año 2000 ambos aparecen en el Banco de España como personas 'declaradas en quiebra'.
En sus denuncias, además de la entidad bancaria, los afectados cuestionan la labor realizada por el notario que firmó la escritura de la cuenta de crédito por aceptar las cláusulas incompatibles y del registrador, que 'omitió el concepto de cuenta de crédito'.
Junto a ello creen que su caso es de 'ingeniería financiera para supuesto blanqueo de dinero', ya que están convencidos de que su dinero no está 'contabilizado de manera legal por el Banco de Santander'.