Reportaje:

Pedagogía romi

Estudiantes de Sevilla crean una asociación de universitarias gitanas para desterrar tópicos

El primer diálogo entre Micaela Carrillo y Carmen Macías en la Universidad Pablo de Olavide, de Sevilla, donde estudian Trabajo Social, no permitía presagiar el rumbo que seguiría su relación.

-Ah, ¿pero tú eres gitana? Pues no lo pareces.

-Es que no tengo que parecerlo, es que lo soy.

Carmen Macías, que nació en Madrid en 1973, se confesaba ya entonces como estudiante 'vocacional'. Cuando ahora se revisa descubre que junto a su vocación convivían un montón de 'prejuicios' hacia los gitanos. Lo descubrió después de aquel diálogo con Micaela Carrillo, una cordobesa nacida e...

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El primer diálogo entre Micaela Carrillo y Carmen Macías en la Universidad Pablo de Olavide, de Sevilla, donde estudian Trabajo Social, no permitía presagiar el rumbo que seguiría su relación.

-Ah, ¿pero tú eres gitana? Pues no lo pareces.

-Es que no tengo que parecerlo, es que lo soy.

Carmen Macías, que nació en Madrid en 1973, se confesaba ya entonces como estudiante 'vocacional'. Cuando ahora se revisa descubre que junto a su vocación convivían un montón de 'prejuicios' hacia los gitanos. Lo descubrió después de aquel diálogo con Micaela Carrillo, una cordobesa nacida en Puente Genil en 1975, que se convirtió en la primera universitaria gitana que pululaba por el campus de la Pablo de Olavide. Carrillo suma desde hace pocos días un nuevo hito en su carrera contra los estereotipos y las inercias: es la presidenta de la primera asociación de mujeres gitanas universitarias que se crea en Andalucía, y casi con seguridad en España. 'La sociedad tiende a considerarnos una comunidad marginada, y muchos jóvenes no nos sentimos identificados con eso', dice.

La Asociación de Mujeres Universitarias Romís Andaluzas por la Defensa de sus Intereses (Amuradi) arranca con unos 50 socios que estudian Filología, Derecho, Trabajo Social o Económicas. No es excluyente; ni por razones de género ni de etnias, aunque la junta directiva está compuesta sólo por mujeres y, a excepción de Carmen Macías, gitanas. Macías no lo es, pero su amistad con su compañera universitaria acabó vinculándola estrechamente a la comunidad: 'Hay mitos sobre los gitanos que pretendemos que desaparezcan'. Y cuando los gitanos no encajan en el prototipo, ataja la secretaria de la asociación y estudiante de 4º de Derecho en la Universidad Hispalense, Mari Carmen Carrillo, 'acaban diciéndote que no eres gitano'.

Amuradi, que será presentada hoy en la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla por la directora del Centro de la Mujer en Sevilla, Araceli Rubio, pretende actuar hacia fuera con el afán 'de romper los estereotipos que nos amenazan' y hacia dentro, para 'servir de referente y concienciar a los gitanos de que la formación no supone una merma de nuestra identidad', expone Carrillo. Aunque la presencia gitana en las universidades es aún muy baja, son las mujeres las que dan el paso con más frecuencia, uno de los signos de cambio, al igual que el retraso en la edad del matrimonio o la natalidad. Y los jóvenes, concluye Micaela Carrillo, 'somo el motor para romper estereotipos y apoyar a nuestra comunidad para salir de la pobreza'.

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De izquierda a derecha, Mari Carmen Silva, Micaela Carrillo y Carmen Macías, ayer, en Sevilla.PÉREZ CABO

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