La Moncloa retrasa su respuesta sobre la negociación de la financiación vasca

La semana se ha cerrado con una negociación a la carrera del Concierto Económico vasco, principal instrumento del autogobierno de esta comunidad autónoma y que rige las relaciones fiscales y financieras entre las Administraciones central y vascas. El actual Concierto caduca el 31 de diciembre y ambas partes desean tener el nuevo cerrado para el 1 de enero de 2002. Sin embargo, pese al acelerón de última hora protagonizado el jueves por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, esta semana no ha llegado el acuerdo. La diferencia es esencialm...

La semana se ha cerrado con una negociación a la carrera del Concierto Económico vasco, principal instrumento del autogobierno de esta comunidad autónoma y que rige las relaciones fiscales y financieras entre las Administraciones central y vascas. El actual Concierto caduca el 31 de diciembre y ambas partes desean tener el nuevo cerrado para el 1 de enero de 2002. Sin embargo, pese al acelerón de última hora protagonizado el jueves por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, esta semana no ha llegado el acuerdo. La diferencia es esencialmente política y descansa en los mecanismos de participación del País Vasco en Europa en materias de su competencia fiscal.

Pese a que en un primer momento se pensaba que era imprescindible tener cerrado el acuerdo antes de ayer, parece que con tenerlo listo antes de fin de año sería suficiente para que no se produzca un vacío legal. El Concierto se aprueba en lectura única y sin enmiendas en el Parlamento.

Después de una semana en la que nadie ha querido hablar, la jornada de ayer fue de desahogo. Todo el mundo dio su versión, pero nadie quiso romper la baraja. El ministro portavoz, Pío Cabanillas, señaló que hay 'voluntad' y que el acuerdo 'es posible', aunque el tema no se trató en el Consejo de Ministros. El lehendakari, Juan José Ibarratxe, desde Lieja (Bélgica), reclamó la 'presencia directa' de Euskadi en el Ecofin (Consejo de Ministros de Economía y Hacienda de la UE) y el resto de instituciones europeas cuando aborden cuestiones que son competencia de la comunidad autónoma. En este sentido, agregó que 'difícilmente' pueden representar a las instituciones vascas quienes 'permanentemente las insultan [en alusión al Gobierno central]', al vincularlas con la violencia. Ibarretxe resaltó que su reivindicación no es nacionalista sino 'de sentido común'.

Olvidarse de Europa

El diputado general de Álava, Ramón Rabanera, del PP, que hasta ahora había mantenido el acuerdo con el resto de las administraciones vascas, se mostró dispuesto en Radio Euskadi a olvidarse de la cuestión europea para cerrar la negociación. En cualquier caso, abogó por buscar una fórmula intermedia que no pase por la representación directa en el Ecofin.

En Vizcaya, el diputado de Hacienda, Javier Urizarbarrena, del PNV, fue conciliador: 'Hoy por hoy existe cierto desacuerdo, pero creo que estas diferencias se van a ir limando, reduciendo y tengo el convencimiento de que la próxima semana seremos capaces de cerrar la negociación'. Con vistas a articular la presencia vasca en Bruselas, Urizarbarrena recordó que países como Alemania, Austria y Bélgica han establecido diversos sistemas para dar un mayor protagonismo a algunas de sus regiones y que se podrían imitar.

Montoro se reunirá el lunes con Rabanera y con el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, para analizar las negociaciones.