Sevilla acoge el segundo Encuentro de la Historieta
Una exposición retrospectiva de El Víbora, que refleja la evolución de la revista desde 1976 hasta ahora y para cuyas páginas han dibujado creadores como Nazario, Max, Mariscal, Juanma Bajo Ulloa, Santiago Segura o Pedro Almodóvar; charlas y mesas redondas con editores y dibujantes, talleres de tebeos, presentaciones de libros, juegos de estrategia y un cómic en vivo son las principales actividades del segundo Encuentro de la Historieta de Sevilla, que se celebra hasta mañana en la Casa de la Provincia. Organizado por la Asociación Juvenil Veleta, el encuentro - que cuenta con la colabo...
Una exposición retrospectiva de El Víbora, que refleja la evolución de la revista desde 1976 hasta ahora y para cuyas páginas han dibujado creadores como Nazario, Max, Mariscal, Juanma Bajo Ulloa, Santiago Segura o Pedro Almodóvar; charlas y mesas redondas con editores y dibujantes, talleres de tebeos, presentaciones de libros, juegos de estrategia y un cómic en vivo son las principales actividades del segundo Encuentro de la Historieta de Sevilla, que se celebra hasta mañana en la Casa de la Provincia. Organizado por la Asociación Juvenil Veleta, el encuentro - que cuenta con la colaboración del ayuntamiento, la Diputación y el Instituto Andaluz de la Juventud- pretende ser un escaparate de la situación actual de la historieta. 'Queremos que se conozca el cómic como arte y medio de comunicación, fuera de los clichés establecidos', dice Francisco Cerrejón, su director. 'Cuando se habla de historietas, muchos piensan en el tebeo infantil, pero hay también otro tipo de cómics. Se trata de fomentar su lectura y evitar prejuicios contra los lectores y creadores de historietas', añade.
Entre los autores invitados, figuran José María Berenguer, Sergi Puertas y Santiago Sequeiros, editor, redactor y dibujante de El Víbora, y los sevillanos José Luis Ágreda, Abel Hipólito y Enrique Carlos, entre otros. Hoy se presenta un estudio sobre el Capitán Trueno de Antonio Ortega Anguiano, con prólogo de Juanma Bajo Ulloa.