Reportaje:

La Bocconi cumple 100 años

La famosa universidad comercial milanesa celebra su centenario con un reto en su agenda: conseguir 'clientes' en el extranjero

Durante años ha sido un puntal de la vida milanesa, frecuentada por los hijos de los grandes hombres de las finanzas locales, pero la Universidad Comercial Bocconi ha sido capaz de evolucionar con los tiempos hasta el punto de que hoy día, un siglo después de su fundación por Ferdinando Bocconi, los alumnos locales no llegan a una cuarta parte del total de los estudiantes. Dos tercios de los inscritos proceden del resto de Italia mientras los alumnos extranjeros constituyen todavía apenas un 3%. La conquista de clientes extranjeros, por utilizar una terminología que cuadra bien con la i...

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Durante años ha sido un puntal de la vida milanesa, frecuentada por los hijos de los grandes hombres de las finanzas locales, pero la Universidad Comercial Bocconi ha sido capaz de evolucionar con los tiempos hasta el punto de que hoy día, un siglo después de su fundación por Ferdinando Bocconi, los alumnos locales no llegan a una cuarta parte del total de los estudiantes. Dos tercios de los inscritos proceden del resto de Italia mientras los alumnos extranjeros constituyen todavía apenas un 3%. La conquista de clientes extranjeros, por utilizar una terminología que cuadra bien con la institución, es el gran reto del futuro, como explicó el rector Carlo Secchi, al resumir a la prensa los logros de 100 años de historia de la universidad.

El Estado italiano contribuye a los recursos de la universidad en un 9%
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La Bocconi, como se conoce en Italia a esta prestigiosa universidad económica de carácter privado, ha batallado mucho a lo largo de su existencia para abrirse un hueco en el escalafón europeo de las grandes instituciones. Y lo ha hecho, como subrayó Secchi, sin recurrir a ayudas estatales. Hoy por hoy, el Estado italiano sólo contribuye a los recursos de la universidad en un 9%. El resto de los ingresos procede, básicamente, de los cursos de licenciatura, de los másters, de los trabajos de investigación que realiza por encargo, de los cursos especiales para ejecutivos y en menor medida (sólo un 4%) de contribuciones privadas.

Un mundo cada vez más global, donde ni siquiera las fronteras idiomáticas son capaces de contener la avalancha de estudiantes ansiosos de obtener la mejor educación, y la más conveniente para el propio bolsillo, allá donde se encuentre, ha llevado a la Bocconi a crear los primeros cursos en inglés, al tiempo que anudaba lazos con más de 90 'escuelas asociadas' y establecía contactos de colaboración con 250 entidades e instituciones en el mundo.

Ciertamente, la Bocconi sigue siendo una institución profundamente vinculada a Milán. El día de la inauguración del curso, el pasado 20 de octubre, en el Aula Magna estaban presentes todas las fuerzas vivas de la ciudad, comenzando por el alcalde, Gabriele Albertini, y siguiendo con el presidente de la región lombarda, Roberto Formigoni, además de tres ministros (aunque entre ellos no figuraba la actual titular de Educación, Letizia Moratti), el fiscal general, Francesco Saverio Borrelli, altos representantes de la curia y del empresariado.

El presidente de la institución, Mario Monti, comisario de la Competencia en la Unión Europea, reconoció en su discurso que 'Milán representa mucho para la Bocconi y viceversa: el ateneo ha ayudado y ayudará a la ciudad a integrarse más profundamente en Italia y al país en Europa'.

En la ceremonia de apertura correspondiente al año académico 2001/02, que señala el principio de un centenario que se cumplirá el próximo curso, el ex director de la London School Of Economics, Ralf Dahrendorf, recordó que el modelo más práctico de universidad es el que ofrece en estos momentos Estados Unidos, mientras Europa intenta, hasta el momento sin conseguirlo, armonizar con normas y leyes los distintos títulos que otorgan sus universidades centenarias. 'Son los americanos los que han sabido combinar mejor la oferta de igualdad (universidades para el mayor número posible de estudiantes) con la de excelencia (gracias a los doctorados)', dijo Dahrendorf.

Ese mismo horizonte se marca también la Bocconi, que en 100 años de vida ha pasado de 65 alumnos (los que se inscribieron al curso inaugural en noviembre de 1902) a más de 12.400 que tiene en la actualidad. La universidad milanesa, gestionada por un patronato del que forma parte el rector Secchi y el propio Monti, celebra su cumpleaños con un programa de inversiones económicas que envidiarán otras instituciones estatales.

La universidad ha invertido más de 10.000 millones de pesetas en la puesta a punto de una nueva sede -inaugurada a finales de octubre-, de un nuevo alojamiento para becarios -que se abrirá en enero- y de una nueva y espectacular biblioteca, la Egea, que ocupa ya el primer puesto entre las bibliotecas económicas de Italia.

En cartera hay todavía inversiones por valor de 150 millones de euros y un programa de actividades siempre en expansión. Con 11 cursos de licenciatura, otros muchos de posgrado, cursillos especiales para ejecutivos, y una cada vez mayor implicación en la investigación, la Bocconi está dispuesta a competir con los principales centros de este tipo que hay en Europa, como es el caso de los españoles ICADE e ICAI, este último mejor situado en las listas europeas.

El desafío no es empresa fácil, entre otras cosas porque, como subrayó el rector Secchi la burocracia italiana y la rigidez de la nueva reforma universitaria dificultan enormemente la movilidad de los alumnos entre unas y otras instituciones, incluso las europeas.

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