El Gobierno permite que el Canal y Telemadrid incrementen su deuda por primera vez desde 1995

El Gobierno regional permitirá, por primera vez en seis años, que los números rojos de Telemadrid y el Canal de Isabel II crezcan. Los presupuestos de la Comunidad de Madrid para 2002 autorizan a la televisión madrileña a endeudarse ese año en 1.800 millones de pesetas (10,8 millones de euros) con el fin de financiar la compra de nuevos equipos técnicos, impulsar la puesta en marcha del segundo canal autonómico (LaOtra) y apoyar al cine español. El Canal de Isabel II, a su vez, tiene permiso para pedir préstamos por valor de 4.500 millones (27 millones de euros) para financiar el plan d...

El Gobierno regional permitirá, por primera vez en seis años, que los números rojos de Telemadrid y el Canal de Isabel II crezcan. Los presupuestos de la Comunidad de Madrid para 2002 autorizan a la televisión madrileña a endeudarse ese año en 1.800 millones de pesetas (10,8 millones de euros) con el fin de financiar la compra de nuevos equipos técnicos, impulsar la puesta en marcha del segundo canal autonómico (LaOtra) y apoyar al cine español. El Canal de Isabel II, a su vez, tiene permiso para pedir préstamos por valor de 4.500 millones (27 millones de euros) para financiar el plan de depuración de las aguas residuales de todos los municipios de la región.

De esta manera, Telemadrid, con un presupuesto para 2002 de 21.900 millones de pesetas, deberá a los bancos ese año unos 25.800 millones. El Canal, con 61.000 millones de presupuesto, tendrá que hacer frente a deudas por valor de otros 27.000 millones.

Desde 1995, Telemadrid había ido reduciendo su deuda mediante subvenciones del Gobierno regional denominadas contrato-programa. Se trata de unas ayudas financieras que el Ejecutivo entrega a cambio de que el ente público emita una serie de programas de 'servicio público' (informativos, debates, programas de divulgación...). Pero este contrato-programa del Gobierno (unos 8.200 millones de pesetas para el próximo año) no resultará suficiente en 2002 para los proyectos de la empresa, por lo que ésta tendrá que pedir préstamos bancarios. Hasta ahora, el contrato-programa servía para reducir el endeudamiento de la televisión madrileña y hasta le permitía tener beneficios.

En 2000, Telemadrid obtuvo unos beneficios -con un contrato-programa de 8.200 millones de pesetas- de 4.558 millones. El año anterior logró unas ganancias de 1.080 millones de pesetas, y en 2001 obtendrá unos 500 millones de superávit. Así, el endeudamiento de la empresa se ha ido reduciendo año tras año. Frente a las deudas de 34.500 millones de pesetas de 1996 pasó a deber poco menos de 24.000 millones en 2001. Pero ahora las tornas han cambiado: el próximo año el endeudamiento de la televisión autonómica alcanzará los 25.800 millones de pesetas.

Juan Bravo, consejero de Hacienda, afirmó ayer que el 'endeudamiento de Telemadrid es muy pequeño' si se compara con el de otras televisiones regionales. La valenciana, por ejemplo, arrastra unos 60.000 millones de pesetas de déficit. 'Permitimos que se aumente la deuda de Telemadrid porque no se puede ampliar indefinidamente el contrato-programa, ya que el precio del servicio público que ofrece la televisión madrileña tiene un coste que no se puede superar', explicó.

En el caso del Canal de Isabel II, la deuda de esta sociedad pública pasará de los 20.000 millones de pesetas que se esperan para este año a los 27.000 millones del próximo. El Canal, con un presupuesto de 64.000 millones de pesetas, se ha comprometido a realizar unas inversiones entre los años 2002 y 2003 de 22.000 millones en el denominado Plan cien por cien de depuración. Este proyecto busca depurar la totalidad de las aguas residuales de los municipios, ya que actualmente sólo 99, de los 189 de la región, cuentan con depuradoras propias.

Para obtener los 8.000 millones de pesetas que el Canal necesita invertir en 2002 -14.000 millones en 2003-, la empresa pedirá a los bancos 4.500 millones de pesetas y sacará otros 3.500 millones de sus recursos propios. Por eso, sus beneficios caerán notablemente: pasará de disfrutar de un superávit de 3.600 millones (el año pasado) a poco más de 2.000 millones.