Crítica:LIBROS

Los ángulos de la pobreza en España

La globalización y el proyecto tecnológico han aumentado las desigualdades en todo el mundo. Y no sólo entre países, sino también entre la población de cada país. Esta obra, una recopilación de ensayos escritos por y para economistas, parte de esta premisa para intentar explicar cómo se distribuye la renta en España, un indicador que ha mejorado de forma sensible, sobre todo en la década pasada.

El núcleo central del trabajo analiza la distribución de la renta desde distintas perspectivas, cada una de ellas en manos de un autor diferente. Así, Ángel Laborda desmenuza los aspectos macroe...

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La globalización y el proyecto tecnológico han aumentado las desigualdades en todo el mundo. Y no sólo entre países, sino también entre la población de cada país. Esta obra, una recopilación de ensayos escritos por y para economistas, parte de esta premisa para intentar explicar cómo se distribuye la renta en España, un indicador que ha mejorado de forma sensible, sobre todo en la década pasada.

El núcleo central del trabajo analiza la distribución de la renta desde distintas perspectivas, cada una de ellas en manos de un autor diferente. Así, Ángel Laborda desmenuza los aspectos macroeconómicos, como el peso del salario en el producto interior bruto (PIB); Luis Ayala y Jorge Onrubia se centran en el análisis de los impuestos y Juan Jimeno, Mario Izquierdo y Virginia Hernanz estudian la desigualdad salarial, por citar sólo tres ejemplos. La pobreza y las diferencias regionales forman parte también de este capítulo.

Distribución de la renta en España

Varios autores. Coordinador José Luis Raymond Revista Papeles de Economía Española ISSN 0210-9107 2.800 pesetas

Todos y cada uno de estos acercamientos están limitados por las propias fuentes estadísticas. Por ejemplo, el estudio de la pobreza se basa en la encuesta de presupuestos familiares, que deja fuera precisamente a los más pobres y el de los impuestos en el análisis del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), que sólo cuenta con los ciudadanos que superan determinada renta y no defraudan al fisco. En conjunto, sin embargo, permiten ver un cuadro bastante certero de la situación.

Desde los años setenta, la distribución personal de la renta en España mejoró de forma sensible, sobre todo desde 1985, cuando el PSOE ya estaba en el poder. Pero sólo lo hizo hasta 1990. En estos años, aunque la distribución de los salarios empeora, el papel redistributivo del gasto público, la llegada de la mujer al mercado laboral y los cambios demográficos (envejecimiento de la población), contribuyen a igualar las rentas. No es que a partir de la fecha este indicador comience a empeorar, sino que mejora a menor ritmo.

El análisis concluye en el año 1996. La fecha coincide con la llegada del Partido Popular al poder, pero la decisión de no ir más allá no responde a criterios políticos, sino al retraso de las estadísticas oficiales. Mientras las diferencias personales se han reducido, las divergencias regionales se han acentuado. La razón principal de este hecho es el desempleo, que varía mucho de una comunidad autónoma a otra.

El estudio de la realidad española se completa con un análisis sobre las políticas distributivas a través de dos intrumentos fundamentales: el gasto público en educación, sanidad, etcétera, y los impuestos. Si para la primera cuestión los autores concluyen que ha tenido una gran incidencia en la redistribución de la riqueza española, para los segundos la conclusión es que el sistema fiscal español es sólo ligeramente progresivo y redistributivo.

Se trata de un análisis estadístico exhaustivo de un problema que ha vuelto a preocupar a los economistas y que se ve entorpecido por la falta de estadísticas actualizadas. España ha mejorado y, como Europa, está muy lejos de la situación de desigualdad que se da en Estados Unidos.

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