Mujeres afganas
Quisiéramos mostrar nuestro acuerdo con el artículo de Soledad Gallego titulado No sin las mujeres, publicado en EL PAÍS del 9 de octubre, y en el que abandera de una forma clara y contundente, que le agradecemos, la duda que tenemos muchas ciudadanas y ciudadanos acerca del futuro de las mujeres de Afganistán durante y después del conflicto bélico actual.
Es hora de que la comunidad internacional -tan unida en el ataque contra los terroristas- repare sus 'lamentables olvidos' acerca de la situación de las mujeres bajo el régimen talibán.
Es hora de que los derechos humano...
Quisiéramos mostrar nuestro acuerdo con el artículo de Soledad Gallego titulado No sin las mujeres, publicado en EL PAÍS del 9 de octubre, y en el que abandera de una forma clara y contundente, que le agradecemos, la duda que tenemos muchas ciudadanas y ciudadanos acerca del futuro de las mujeres de Afganistán durante y después del conflicto bélico actual.
Es hora de que la comunidad internacional -tan unida en el ataque contra los terroristas- repare sus 'lamentables olvidos' acerca de la situación de las mujeres bajo el régimen talibán.
Es hora de que los derechos humanos de las mujeres que no pueden estudiar, trabajar, andar por la calle, reír, parir en condiciones sanitarias, o mirar si no es a través de la rejilla de un burka que les cuadricula las miradas, comiencen a ser importantes para todos los que tienen en su mano restablecer un régimen democrático en Afganistán con ciudadanos de primera y sin ciudadanas de segunda. Acabar con el terrorismo no sólo significa con los talibán, Bin Laden y sus secuaces, sino con todo aquel que subyuga por la fuerza -con la falsa excusa de la tradición y la religión- la voluntad y la libertad de las mujeres. Libertad perdurable para todos y, ¡por favor!, para todas.