Aulas

Internet se postula como una herramienta para paliar las aulas vacías

Departamentos de la Universidad de Málaga cuentan con fórmulas complementarias en la Red para los alumnos que faltan a clase

Hay quien no va a clase porque prefiere animosas charlas en la cafetería de la facultad de turno o porque ni siquiera se interesa por llevar sus huesos al campus universitario. Pero también hay quien no asiste a las explicaciones porque no se lo permiten factores externos: trabajo o enfermedad, principalmente. Cuando llega el momento del examen, se presentan las evidentes dificultades de andar persiguiendo a compañeros para pedir los apuntes de todo un año o de un cuatrimestre. Y no siempre los compañeros ayudan a los que realmente no pueden tomar apuntes de las explicaciones. Es muy ha...

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Hay quien no va a clase porque prefiere animosas charlas en la cafetería de la facultad de turno o porque ni siquiera se interesa por llevar sus huesos al campus universitario. Pero también hay quien no asiste a las explicaciones porque no se lo permiten factores externos: trabajo o enfermedad, principalmente. Cuando llega el momento del examen, se presentan las evidentes dificultades de andar persiguiendo a compañeros para pedir los apuntes de todo un año o de un cuatrimestre. Y no siempre los compañeros ayudan a los que realmente no pueden tomar apuntes de las explicaciones. Es muy habitual que los alumnos aplicados recelen de dar sus anotaciones porque están hartos de los que van a remolque.

Un sistema tutor puede confeccionar ejercicios que nunca se repiten y corregir a los alumnos
Una asignatura permite realizar exámenes por Internet a estudiantes que estén enfermos

Hay quien no va a clase porque prefiere animosas charlas en la cafetería de la facultad de turno o porque ni siquiera se interesa por llevar sus huesos al campus universitario. Pero también hay quien no asiste a las explicaciones porque no se lo permiten factores externos: trabajo o enfermedad, principalmente. Cuando llega el momento del examen, se presentan las evidentes dificultades de andar persiguiendo a compañeros para pedir los apuntes de todo un año o de un cuatrimestre. Y no siempre los compañeros ayudan a los que realmente no pueden tomar apuntes de las explicaciones. Es muy habitual que los alumnos aplicados recelen de dar sus anotaciones porque están hartos de los que van a remolque.

En los últimos años, los avances tecnológicos han propiciado las bases para facilitar las cosas a los universitarios que no pueden o quieren ir a clase. Así, algunos departamentos universitarios cuentan con páginas web en las que los matriculados pueden encontrar apuntes, ejercicios, sitios donde dejar sus quejas o sugerencias, y otras utilidades. De todas formas, los profesores sostienen que estas posibilidades informáticas no han de convertirse en un sustituto del requisito presencial de las universidades. 'Es sólo un complemento de las explicaciones, como puede serlo un libro', asegura Ricardo Conejo, profesor de Procesadores de lenguaje en la Facultad de Informática de la Universidad de Málaga.

En el departamento de Lenguaje y Ciencias de la Computación, al que pertenece Conejo, se usa material en Internet desde 1994, aunque en aquellos tiempos los alumnos no podían acceder fácilmente a la red. Uno de los sistemas implantados por este departamento es el llamado Siette (Sistema Inteligente de Evaluación mediante Test para la Teleeducación). El sitio http://mizar.lcc.uma.es/siette/index.html permite que los alumnos pongan a prueba sus conocimientos en diversas asignaturas universitarias.

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Siette permite ir incrementando el nivel de las preguntas conforme el alumno evoluciona en sus conocimientos. Además, este procedimiento está realizado mediante la Teoría de Respuesta al Ítem, que tiene en cuenta las posibilidades de que el alumno haya rellenado su ejercicio como si se tratara de una quiniela futbolística.

Aunque esta herramienta es de gran utilidad para que el alumno evalúe su progresión, El profesor Conejo descarta que en un futuro toda una clase pueda examinarse desde puestos remotos. 'Técnicamente es posible, aunque sólo se puede garantizar que el alumno en cuestión es el que realiza el examen mediante un control presencial', afirma el docente. Conejo es perfectamente consciente de la imposibilidad de que cada universitario se examine con personal docente que lo controle.

Aunque proliferen los sitios en Internet donde el alumno puede encontrar material de muchas asignaturas, el uso del ordenador 'debe aportar un valor añadido, ya que hay sistemas informáticos que suponen un vuelco de los contenidos que hay en los libros, por lo que su valor es relativo', explica Conejo. Uno de los sistemas tutores diseñado por el departamento del profesor Conejo usa las capacidades de la computadora para que ésta corrija los errores del alumno. También, mediante una extensa base de datos, el ordenador genera preguntas que nunca se repiten. Estos procedimientos 'son inteligentes', apostilla el docente.

A pesar de que Internet tiene muchas ventajas, Ricardo Conejo cree que el chat como elemento docente no es práctico por la poca disponibilidad de tiempo de los profesores. Sí son útiles las listas de las cuestiones más preguntadas a los docentes. Estos glosarios permiten que los alumnos consulten las dudas más repetidas sin necesidad de hacérselas llegar al tutor, que ya las ha resuelto previamente.

Otros departamentos no tan relacionados con elementos técnicos, como la rama de Matemáticas de Economía Aplicada, también cuentan con todo un entramado informático con el que complementar las clases. El director del departamento, Alfonso González Pareja, asegura que en una de las asignaturas, Investigación Operativa (Escuela de Empresariales) se pueden realizar exámenes por ordenador.

El sistema requiere el control presencial de un docente mientras que otro profesor abre la llave del examen a través de Internet y cierra la conexión una vez que concluye el tiempo concedido.

'Este sistema cuenta con muchas ventajas, ya que en el mismo momento que se termina el examen se procede a la revisión del mismo, se explica al alumno sus errores y cómo subsanarlos y el estudiante sabe su nota de modo inmediato', asegura el profesor González.

Según las encuestas realizadas por el departamento de Economía Aplicada a los universitarios, el 95% prefiere este método que permitiría examinarse a un alumno desde fuera de Málaga o posibilitaría a un estudiante enfermo no moverse de su casa.

Aunque la tecnología es avanzada, de momento sólo un 10% de los 250 matriculados en la asignatura de Investigación Operativa siguen la materia por Internet. 'A pesar de que los esfuerzos de los centros son dignos de elogio, no es fácil renovar los equipos y dotar adecuadamente las aulas', opina el profesor González, que reivindica el reconocimiento a muchos profesores que dedican un número importante de horas a la asistencia de alumnos vía Internet y 'cuyo esfuerzo no se paga', señala.

Las nuevas tecnologías no han hecho más que iniciar un repertorio de posibilidades que complementan las clásicas explicaciones unidireccionales de los docentes universitarios. No obstante, los profesores abogan por no perder ese carácter clásico y rechazan la idea del alumno cibernético.

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