'La Intifada es cada vez más violenta y menos política'
El teniente coronel Olivier Rafowicz, de 38 años, es uno de los portavoces del Ejército de Israel. Licenciado en Ciencias Políticas y formado en la Escuela Militar de Maryland (EE UU) fue asesor en el equipo de negociadores israelíes en Oslo II (1994-1996) y después portavoz de las Fuerzas Armadas en el Sur de Líbano. Cuando la Intifada cumple un año, el teniente coronel Rafowicz hace un balance militar de una revuelta que se ha cobrado más de 800 víctimas, de las que 176 son israelíes, incluidos 49 militares, y que según él, cada vez es 'menos popular y más violenta'.
Pregunta. ...
El teniente coronel Olivier Rafowicz, de 38 años, es uno de los portavoces del Ejército de Israel. Licenciado en Ciencias Políticas y formado en la Escuela Militar de Maryland (EE UU) fue asesor en el equipo de negociadores israelíes en Oslo II (1994-1996) y después portavoz de las Fuerzas Armadas en el Sur de Líbano. Cuando la Intifada cumple un año, el teniente coronel Rafowicz hace un balance militar de una revuelta que se ha cobrado más de 800 víctimas, de las que 176 son israelíes, incluidos 49 militares, y que según él, cada vez es 'menos popular y más violenta'.
Pregunta. ¿Cómo ha evolucionado, desde el punto de vista militar, la Intifada durante su primer año?
Respuesta. La Intifada es un conflicto armado en el que concluyen tres tipos de violencia de manera coordinada. En primer lugar la pseudo-espontánea, organizada por los Tanzim [milicias de Al Fatah] y otros civiles contra el Ejército; en segundo lugar, la violencia de las milicias paramilitares que en noviembre y diciembre deciden reemplazar a las manifestaciones y en tercer lugar hay el terrorismo de obediencia fundamentalista e islámica, que la propia Autoridad Palestina regula, según sus intereses.
'Arafat regula la violencia de los terroristas islámicos según sus intereses'
P. ¿Realmente cree que Yasir Arafat mueve los hilos de las acciones terroristas y de los atentados suicidas de Hamás o Yihad Islámica?
R. Desde luego. Arafat otorgó la libertad a 120 o 130 integristas musulmanes al principio de la Intifada, les dio luz verde para actuar y los manda parar cuando y como quiere. ¿Por qué cree si no que no hay ahora atentados terroristas, coincidiendo con el alto el fuego?
P. ¿Entonces, qué credibilidad le da al discurso pacifista que han adoptado en los últimos días algunos dirigentes de Hamás?
R. Ninguno. No creo en el discurso pacifista de Hamás. Quizá hayan aceptado la tregua de paz por una cuestion táctica o debido al impacto de los atentados de Nueva York o Washington. Tienen miedo de la reacción que pudiera provocar un atentado terrorista en EE UU o en la Unión Europea. Pero nada más.
P. ¿Hacia dónde va, en su opinión, la Intifada?
R. Es un conflicto armado complejo en el que las organizaciones terroristas están tomando cada vez más protagonismo. A este respecto quiero recalcar que Israel no está en guerra contra los palestinos, sino contra el terrorismo islámico y fundamentalista.
P. ¿Por qué hay cada vez menos manifestantes en las calles palestinas?
R. La Intifada es cada vez menos popular y más violenta. Los palestinos viven cada vez peor. Están pagando el precio de la estrategia del fracaso que es lo que quiere la Autoridad Nacional Palestina. Han destruido así sus equipos políticos, lo que les permite continuar con la violencia.
P. ¿Se siente el Ejército de Israel con Ariel Sharon más libre para actuar contra la Intifada que en tiempos del Gobierno laborista de Ehud Barak?
R. El Ejército depende en un cien por cien de la dirección política del Gobierno. Es ridículo pensar que el Ejército israelí tiene una voluntad diferente que la dictada por el Ejecutivo.
P. Tras los atentados contra EE UU, algunos observadores políticos dicen que una de las causas del terrorismo internacional es el conflicto israelo-palestino. ¿Qué dice de estas opiniones?
R. Son una infamia. Hay terrorismo internacional que nada tiene que ver con lo que pasa en Israel, fundamentado sobre todo en una lectura errónea del Corán y que busca no importa qué pretexto porque cualquiera es bueno.