El portavoz vaticano dice que citaba el catecismo al justificar la guerra

El Papa apela en Armenia a la 'magnanimidad de los fuertes' para construir la paz

Los ecos de la polémica suscitada el lunes por el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, cuando declaró que la Santa Sede 'entendería' una respuesta violenta de EE UU como un acto de legítima defensa, marcaron ayer la primera jornada de la visita del Papa a Armenia, segunda etapa de este 95º viaje apostólico. El portavoz vaticano dijo que se había limitado a citar dos páginas del catecismo de la Iglesia y que, por tanto, no puede decirse que haya cambiado la actitud de la Santa Sede.

Varios miembros del séquito de Karol Wojtyla se pronunciaron ayer sobre la ofensiva contra el terrori...

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Los ecos de la polémica suscitada el lunes por el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, cuando declaró que la Santa Sede 'entendería' una respuesta violenta de EE UU como un acto de legítima defensa, marcaron ayer la primera jornada de la visita del Papa a Armenia, segunda etapa de este 95º viaje apostólico. El portavoz vaticano dijo que se había limitado a citar dos páginas del catecismo de la Iglesia y que, por tanto, no puede decirse que haya cambiado la actitud de la Santa Sede.

Varios miembros del séquito de Karol Wojtyla se pronunciaron ayer sobre la ofensiva contra el terrorismo lanzada por EE UU tras los atentados del 11 de septiembre en la misma línea de la declaración de Navarro Valls. El cardenal Walter Casper, presidente del Consejo Pontificio para el diálogo interreligioso, dijo ayer que 'es necesario detener a los terroristas porque si no terminaremos siendo todos rehenes suyos'. El arzobispo Leonardo Sandri, número dos de la Secretaría de Estado vaticana dijo que 'la paz es un bien' y 'los terroristas son una amenaza para todos, no sólo para Estados Unidos'.

El Papa, sin embargo, ha mantenido los llamamientos a la paz, intentando evitar que se rompan los puentes tendidos entre el cristianismo y el islam. Ayer retomó sus llamamientos a la paz, que, dijo, 'sólo puede construirse sobre la base del respeto recíproco, de la justicia en las relaciones entre comunidades diversas y de la magnanimidad por parte de los fuertes'.

En Yereván, la capital armenia, país de mayoría cristiana que mantiene abierto aún el conflicto con el vecino Azerbaiján por el control de Nagorno Karabaj, el Pontífice pidió la paz para una región martirizada también por la guerra en Chechenia. En respuesta a las palabras de bienvenida del presidente Robert Cochiarán y de la máxima autoridad de la Iglesia Apostólica Armenia, Karekin II, el Pontífice reclamó audacia para poner en marcha 'las reformas democráticas de las instituciones del Estado' armenio.

La visita del Papa se ha convertido en un acontecimiento para las autoridades de este pequeño país de apenas 3,4 millones de habitantes, que atraviesa una difícil situación económica y cuyo sistema democrático tiene grandes deficiencias. En cambio, la llegada del ilustre huésped pasó ayer casi inadvertida en Yereván. En las calles de la capital armenia, extraordinariamente vivaz pese a la visible pobreza, no había ni un cartel, ni una pancarta que aludiera a la presencia del Pontífice.

Por no haber, no había ni siquiera policías, ni la menor huella del dispositivo de seguridad que suele proteger al Papa en los países que visita. '¿Que ha venido quién?', quería saber la dependienta de un bazar con los estantes llenos de una variada gama de productos, desde chocolatinas a cristalerías decoradas, pasando por casetes de los Tres Tenores. '¡El Papa! Nosotros no le hemos visto, no ha salido en la televisión'.

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Los cristianos armenios, que no son ni católicos ni ortodoxos, pero comparten con ambos el mismo corpus doctrinal, se encuentran muy próximos en estos momentos a la Iglesia de Roma. Las relaciones con los ortodoxos son también excelentes. El patriarca ortodoxo ruso, Alexis II, acaba de visitar el país.

El Papa se abraza con Karekin II, líder de la Iglesia apostólica armenia.

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