ESCÁNDALO FINANCIERO

Una inspección especial que cerró el caso sin ver el fiasco

Los meses que van de diciembre de 1998, cuando el equipo de inspectores de la comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) dirigido por David Vives comienza la investigación en Gescartera, a julio de 1999, cuando Vives solicita que se le notifique por escrito su relevo al frente del caso, son probablemente los más turbulentos de esta historia. Entre otros episodios difíciles de explicar destaca precisamente la creación de un equipo especial o ad hoc, según la denominación que aparece en los correos electrónicos cruzados entre Vives y Juan Fernández-Armesto, entonces presidente de la ...

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Los meses que van de diciembre de 1998, cuando el equipo de inspectores de la comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) dirigido por David Vives comienza la investigación en Gescartera, a julio de 1999, cuando Vives solicita que se le notifique por escrito su relevo al frente del caso, son probablemente los más turbulentos de esta historia. Entre otros episodios difíciles de explicar destaca precisamente la creación de un equipo especial o ad hoc, según la denominación que aparece en los correos electrónicos cruzados entre Vives y Juan Fernández-Armesto, entonces presidente de la CNMV.

De forma general, las investigaciones en la CNMV, así como cualquier otra tarea, se distribuyen dentro de la estructura del organismo, sus departamentos o sus divisiones generales, entre las que se encuentran la de Supervisión, que en 1999 estaba encabezada por Vives, y la de Inspección, en la que se encuadraba Antonio Botella. Un caso puede pasar de una división a otra, pero no resulta normal que se creen equipos ad hoc como con Gescartera, según fuentes próximas a la CNMV.

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Jaime Pérez Renovales, actual director del gabinete del vicepresidente y ministro de Economía, Rodrigo Rato, estuvo al tanto de la gravedad de las irregularidades cometidas por Antonio Camacho al frente de Gescartera, pues siguió de cerca las actuaciones de Vives y participó en al menos dos reuniones (ambas muy tensas) con los responsables de la agencia de valores.

Discrepancias

Cuando Vives solicita por escrito que se le exima de responsabilidad en el caso Gescartera, todas las fuentes consultadas coinciden en señalar que lo hace porque discrepa del rumbo que comienza a tomar el caso, que acabaría con leves sanciones y la elevación de la sociedad de Camacho al rango de agencia de valores. Pérez Renovales, sin embargo, acepta las órdenes de sus superiores de seguir en el equipo ad hoc.

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El actual jefe de gabinete de Rato afirma que tras ese cruce de correos electrónicos entre Fernández-Armesto y Vives (del que él recibe copia, así como el consejero José Manuel Barberán) se fue de vacaciones y que a su vuelta, hasta que abandona la CNMV en octubre de 1999, no participó en ninguna reunión más con los responsables de Gescartera.

Se trata de un dato que confirma el viraje que sufrió el caso Gescartera. En tres meses (entre diciembre de 1998 y abril de 1999), Vives tuvo a punto el informe que detallaba las irregularidades de Camacho. Tras la creación del equipo ad hoc, el expediente se alargó durante doce meses, y concluyó con una ligera sanción.

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