Despedida en Málaga por 'no ir a misa y tomar copas'

Francisca Urbano, profesora de religión del colegio Remedios Rojo de Monda (Málaga), ha perdido este año su empleo 'por faltar de vez en cuando a misa y por salir a tomar copas con algunos compañeros'. Estos son los argumentos que la docente relató ayer y que el Obispado de Málaga, responsable de la decisión, ni confirma ni desmiente. El prelado de Málaga es Antonio Dorado, que ya calificó como adúltera a la profesora cesada la semana pasada por la diócesis de Almería por casarse por lo civil en el Juzgado de Paz de Níjar.

Fue en junio pasado cuando el obispado comunicó a la profesora F...

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Francisca Urbano, profesora de religión del colegio Remedios Rojo de Monda (Málaga), ha perdido este año su empleo 'por faltar de vez en cuando a misa y por salir a tomar copas con algunos compañeros'. Estos son los argumentos que la docente relató ayer y que el Obispado de Málaga, responsable de la decisión, ni confirma ni desmiente. El prelado de Málaga es Antonio Dorado, que ya calificó como adúltera a la profesora cesada la semana pasada por la diócesis de Almería por casarse por lo civil en el Juzgado de Paz de Níjar.

Fue en junio pasado cuando el obispado comunicó a la profesora Francisca Urbano que no contaría con ella para este curso, después de 13 años dando clases en Monda y en otros colegios de Fuengirola y Coín. Por no constituir un 'buen ejemplo de vida cristiana', le dijeron. Francisca se mostró entonces sorprendida por tal decisión. Admite que algún día ha podido faltar a la homilía del domingo, pero asegura que durante toda su carrera su conducta ha sido la misma. Por eso le sobrecoge escuchar estos motivos ahora.

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Francisca Urbano confía en que su condición política como concejal de IU desde hace dos años no haya tenido nada que ver con la decisión del obispo Dorado. Al repasar su trayectoria, la maestra recuerda que no ha recibido ningún aviso del obispado ni ha tenido problema alguno acerca de su 'vida cristiana'. Por eso, desconfía de las razones que le espeta la Iglesia, que, no obstante, le aseguró tener 'fuentes muy fiables' que aportaron información de su comportamiento 'poco ejemplar'.

Todos los compañeros de trabajo y numerosos vecinos de Monda -de unos 1.700 habitantes- le han expresado su apoyo, y también cuenta con el sostén del antiguo párroco del pueblo y del actual, que, según ella, ha escrito una carta al obispado en la que aprueba el comportamiento de la maestra.

Tras recibir la noticia en junio, Francisca Urbano solicitó diversas audiencias con el obispo y el responsable de educación de la diócesis, Victoriano Planas, para que le argumentaran su decisión. La maestra confía en que la diócesis reconsidere su decisión y en recuperar la plaza, no ya este año, sino el siguiente. No obstante, ayer mantuvo contactos con la sección jurídica de CC OO para estudiar acciones legales en caso de que la Iglesia no estime sus demandas.

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