Toxicología alerta del consumo creciente de 'éxtasis líquido' entre los jóvenes

El organismo oficial detecta la presencia de cocaína en el 45% de las muertes por sobredosis

El GHB (Gamma-Hidroxibutírico) es un líquido incoloro e inodoro 'que empezó a comercializarse en las islas Baleares', según Gómez, y que se puso de moda en las discotecas madrileñas en 1995. A diferencia de otras drogas de diseño, el GHB no quita ni el sueño (de hecho se utilizó durante mucho tiempo como hipnótico) ni el hambre, y su carácter incoloro e inodoro facilita su mezcla con bebidas alcohólicas. Los efectos de esta droga sobre la salud -desde vómitos, vértigos y amnesia hasta temblores incontrolables, hipertensión y alucinaciones, o incluso el coma- dependen en buena parte de la condi...

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El GHB (Gamma-Hidroxibutírico) es un líquido incoloro e inodoro 'que empezó a comercializarse en las islas Baleares', según Gómez, y que se puso de moda en las discotecas madrileñas en 1995. A diferencia de otras drogas de diseño, el GHB no quita ni el sueño (de hecho se utilizó durante mucho tiempo como hipnótico) ni el hambre, y su carácter incoloro e inodoro facilita su mezcla con bebidas alcohólicas. Los efectos de esta droga sobre la salud -desde vómitos, vértigos y amnesia hasta temblores incontrolables, hipertensión y alucinaciones, o incluso el coma- dependen en buena parte de la condición física del consumidor.

El pasado mes de abril, un joven de 19 años de la localidad catalana de Vilassar tuvo que ser ingresado en la UCI del hospital de Mataró (Barcelona) tras sufrir una disminución súbita de la consciencia provocada supuestamente por el consumo de éxtasis líquido de una botella a granel.

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Frente a esta tendencia creciente en el consumo de GHB, los datos que maneja el Instituto Nacional de Toxicología revelan que el consumo de heroína ha descendido. 'Comenzó a bajar en 1998 y sigue haciéndolo', indica Josefina Gómez. Paralelamente, se registra un aumento del consumo de cocaína y derivados de los anfetamínicos, en concreto del MDMA (éxtasis).

'El consumo de drogas en los jóvenes es una cuestión que dicta el mercado. Son poco selectivos, toman cocaína y pastillas sobre todo, que es lo más fácil de obtener', explica Guillermo Ponce, psiquiatra del hospital Doce de Octubre. 'Los más jóvenes mezclan el alcohol con la cocaína porque ésta les permite mitigar efectos desagradables de la bebida como la confusión o la torpeza. También se ha comprobado que cuanta más cocaína se consume, más se bebe', agrega Ponce.

La oficina de Madrid del INT, cuyo departamento de drogas controla, además de la Comunidad de Madrid, Galicia, País Vasco, La Rioja, Castilla La Mancha, Cantabria, Murcia y Asturias, llevó a cabo en el año pasado 12.000 análisis, de los cuales unos 7.000 estaban relacionados con la detección de drogas.

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Droga traicionera

'Aunque la heroína es la droga más mortífera, la cocaína es la más traicionera, porque se percibe como la menos peligrosa', explica Josefina Gómez. En los últimos años, según esta experta, se ha minusvalorado el riesgo que entraña el consumo de cocaína. 'La sociedad todavía no percibe el peligro real para la vida que tiene esta sustancia. La cocaína produce muertes por infarto y otras causas que ocultan su incidencia real', asegura.

En efecto, y según sostienen diversos expertos consultados por este periódico, la muerte por sobredosis de cocaína se confunde, en ocasiones, con procesos cardíacos, de modo que estos fallecimientos no se computan como provocados por sobredosis de esa sustancia sino como infartos. Además, señalan las mismas fuentes, a la víctima no siempre se le practica la autopsia ni se le extraen muestras de sangre para su posterior análisis en el Instituto Nacional de Toxicología.

La cocaína está presente en el 45% de las muertes por sobredosis estudiadas por los expertos del INT (con datos de Madrid y de las otras siete comunidades autónomas incluidas en su ámbito de trabajo). A los datos que recoge este organismo hay que sumar los obtenidos en la región por el Instituto Anatómico Forense. Todos ellos quedan centralizados por la Agencia Antidroga de la Comunidad. Según la memoria 2000 de este organismo, el año pasado fallecieron en Madrid 172 personas por sobredosis de opiáceos o cocaína.

El INT también señala que en las muestras analizadas se detecta un alto grado de adulteración en las sustancias, que, en ocasiones, puede llegar hasta un 50%. Así, por ejemplo, los expertos han hallado en papelinas de heroína otros compuestos como paracetamol (en concreto, gelocatil), cafeína y azúcares.

Obtener datos precisos sobre consumo de drogas es complicado, porque los médicos se enfrentan a pacientes que apenas colaboran con los especialistas cuando acuden a urgencias. 'Los jóvenes no quieren darnos información para que sus familias no se enteren. Cuando es cocaína o heroína confiesan más, porque saben que en esos casos es fundamental que los médicos tengamos toda la información', afirma Pedro Tarquis, jefe de los servicios de urgencias del hospital Clínico San Carlos durante doce años.

125.000 llamadas telefónicas en un año

El Servicio de Información Toxicológica del Instituto Nacional de Toxicología (INT) recibió el pasado año más de 125.000 llamadas en sus teléfonos, disponibles las 24 horas de los 365 días del año; de ellas, el 62% estaba relacionado con contactos con productos tóxicos. Josefina Gómez, directora en funciones de la oficina del INT en Madrid, explica que una de cada tres llamadas es una consulta respecto a accidentes de niños de menos de 24 meses, y que cerca de la mitad son de adultos. En el 47% de los casos, los accidentes se produjeron en el domicilio y por vía oral al ingerir medicamentos, mientras que los accidentes por intoxicación relacionados con productos de limpieza suponen el 22%. Durante 2000, los expertos del INT practicaron aproximadamente 100 estudios relacionados con la investigación biológica de la paternidad en procesos civiles y penales. Asimismo, se realizaron 25 investigaciones de paternidad sobre restos cadavéricos, que se realizan sobre muestras de sangre, músculo, hueso o pieza dentaria de personas no identificadas y que se cotejan con muestras de familiares. El departamento de Madrid del INT intervino el pasado año en más de 12.000 casos de estudios histopatológicos, criminalísticos, toxicológicos y biológicos, entre otros, aunque más de la mitad, unos 7.000, estaban relacionados con análisis de abusos de drogas. Josefina Gómez indica que el INT estudia, en general y también en el último año, un elevado número de muertes por inhalación de monóxido de carbono. De media se registran unos 70 fallecimientos al año por esa causa, con dos orígenes principales: el accidental (mala combustión de calderas, calefactores, braseros) y la voluntaria (suicidios mediante el uso de coches en marcha como mecanismo productor de gas letal). La directora en funciones del INT destaca, además, el gran número de muestras analizadas en el Instituto por agresiones sexuales. En la memoria del año 2000 figuran contabilizadas unas 340 agresiones de este tipo.

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