El Gobierno de Pujol, condenado por discriminación sexista de una funcionaria
Un juez fija que la demandante debe ser reintegrada a su cargo en el mismo lugar de trabajo
El Juzgado de lo Social número 8 de Barcelona ha fallado a favor de la trabajadora de la Generalitat que fue trasladada de centro dos veces después de pedir reducción de jornada, al amparo de la Ley de Conciliación Familiar.
Pilar Rubio pidió una reducción de un tercio de su semana laboral, de 37,5 horas, y poco después fue trasladada (junio de 2000) primero a una delegación de Bienestar Social en el barrio de Sant Andreu y luego a la oficina de Vilapicina.
La funcionaria recibió una carta en la que se justificaba así el cambio: 'La zona asignada es más reducida y maneja menos vo...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El Juzgado de lo Social número 8 de Barcelona ha fallado a favor de la trabajadora de la Generalitat que fue trasladada de centro dos veces después de pedir reducción de jornada, al amparo de la Ley de Conciliación Familiar.
Pilar Rubio pidió una reducción de un tercio de su semana laboral, de 37,5 horas, y poco después fue trasladada (junio de 2000) primero a una delegación de Bienestar Social en el barrio de Sant Andreu y luego a la oficina de Vilapicina.
La funcionaria recibió una carta en la que se justificaba así el cambio: 'La zona asignada es más reducida y maneja menos volumen (...), por tanto, le será más fácil combinar su situación familiar...'. Jaume Greoles, subdirector general de Bienestar Social, afirmó que se acatará la decisión judicial. 'Un delegado de zona trabaja básicamente por la tarde. Se le destinó a una zona de menos volumen de trabajo. Allí también le resultó difícil y se la destinó como responsable en Vilapicina, pero el cambio era temporal'. La funcionaria señaló: 'El problema de las personas que trabajamos y tenemos responsabilidad es que no se nos reemplaza fácilmente. Quieren contar con una disponibilidad absoluta, y cuando nos adherimos a la ley para la reducción de jornada, tenemos que cambiar de puesto. Por lo menos, eso sucede donde yo estoy. Nadie se atreve a pedirlo'.