Bruselas denuncia a EE UU por poner trabas al acero europeo
La UE abrirá un proceso ante la OMC
El último intento tuvo lugar a principios de esta semana con la visita del comisario europeo Pascal Lamy a Washington. La OMC ya ha exigido a EE UU que modifique su legislación y deje de aplicar elevados aranceles a las importaciones del acero europeo.
Washington se negó en redondo a levantar las barreras comerciales que aplica en sus fronteras a los principales productores europeos en el sector del acero, en concreto la española Aceralia, la británica Corus, las francesas Usinor y GTS, las italianas Cogen, AST e Ilva, la alemana Dillinger y la sueca SSAB.
El argumento utilizado ...
El último intento tuvo lugar a principios de esta semana con la visita del comisario europeo Pascal Lamy a Washington. La OMC ya ha exigido a EE UU que modifique su legislación y deje de aplicar elevados aranceles a las importaciones del acero europeo.
Washington se negó en redondo a levantar las barreras comerciales que aplica en sus fronteras a los principales productores europeos en el sector del acero, en concreto la española Aceralia, la británica Corus, las francesas Usinor y GTS, las italianas Cogen, AST e Ilva, la alemana Dillinger y la sueca SSAB.
El argumento utilizado por EE UU para justificar esta medida es que esas compañías han recibido subvenciones públicas entre 1980 y 1990. Bruselas asegura que estas empresas están privatizadas y llevan años sin percibir ayudas, 'con lo que se elimina cualquier razón legítima para imponer una tarifa', según un portavoz.
'Son importantes empresas siderúrgicas privatizadas a las que Estados Unidos sigue imponiendo gravámenes como compensación por los subsidios estatales supuestamente recibidos cuando eran de titularidad pública. Ese arancel es injustificado', insistió. El daño que este arancel está causando al sector siderúrgico europeo se eleva a cientos de millones de euros.
La UE considera que dispone de elementos suficientes para lanzar un panel en Ginebra contra EE UU por aplicar un arancel que viola las reglas comerciales internacionales, porque van dirigidas contra unas compañías europeas de un sector concreto.