Voluntarios bajo la lluvia

La lluvia frustra un acto de reconocimiento de la labor de los jóvenes que ayudan a los discapacitados en la playa

Iban a ser 160 los voluntarios que se reunieran ayer en la playa del Bogatell, en Barcelona, para recibir el agradecimiento de Núria Carrera, quinta teniente de alcalde de Bienestar Social del Ayuntamiento de Barcelona, por su asistencia a los discapacitados en las playas. Pero la lluvia aguó el evento.

El acto se había organizado con el ánimo de celebrar la renovación del convenio entre el Instituto Municipal de Personas con Disminución (IMPD) y la asociación de voluntarios Barnataris. Ambas entidades se encargan de ayudar a los discapacitados a llegar hasta el mar y a disfrutar de la ...

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Iban a ser 160 los voluntarios que se reunieran ayer en la playa del Bogatell, en Barcelona, para recibir el agradecimiento de Núria Carrera, quinta teniente de alcalde de Bienestar Social del Ayuntamiento de Barcelona, por su asistencia a los discapacitados en las playas. Pero la lluvia aguó el evento.

El acto se había organizado con el ánimo de celebrar la renovación del convenio entre el Instituto Municipal de Personas con Disminución (IMPD) y la asociación de voluntarios Barnataris. Ambas entidades se encargan de ayudar a los discapacitados a llegar hasta el mar y a disfrutar de la playa los fines de semana y días festivos. Actúan como soporte de la Cruz Roja, que realiza estos servicios en días laborables.

Pero muy pocos voluntarios, menos bañistas y ningún miembro del consistorio acudió a la playa, desértica tras la tormenta.

Según la concejalía de Servicios Personales del Ayuntamiento, todas las playas de Barcelona disponen de una pasarela de madera para llegar al mar, y de Nova Icària y el Bogatell tienen lavabos adaptados para discapacitados.

La tormenta motivó que los bomberos tuvieran que realizar 70 salidas en toda Cataluña. La provincia más afectada fue Barcelona, donde cayeron 70 litros por metro cuadrado.

Voluntarios y discapacitados, ayer en la playa del Bogatell, en Barcelona. La tormenta de la noche anterior frustró el encuentro.CARMEN SECANELLA
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