OPINIÓN DEL LECTOR

Máquinas de embestir

Esas aparatosas y muy ruidosas máquinas de embestir a la gente con las que ahora se nos ataca tan a porfía a los viandantes en Madrid, nos van saliendo al paso y echándosenos encima cada vez por más paseos, plazas y aceras (incluso aceras estrechas).

El ir cercándonos y asediándonos por todos sitios con estos diabólicos artilugios constituye el más disparatado e irracional proyecto antipeatonal, antiambiental y antivecinal jamás visto.

Las calles deben regarse y barrerse con medios no agresivos y no contaminantes. Y, además, quedan mucho mejor de esa forma y más limpias.

E...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Esas aparatosas y muy ruidosas máquinas de embestir a la gente con las que ahora se nos ataca tan a porfía a los viandantes en Madrid, nos van saliendo al paso y echándosenos encima cada vez por más paseos, plazas y aceras (incluso aceras estrechas).

El ir cercándonos y asediándonos por todos sitios con estos diabólicos artilugios constituye el más disparatado e irracional proyecto antipeatonal, antiambiental y antivecinal jamás visto.

Las calles deben regarse y barrerse con medios no agresivos y no contaminantes. Y, además, quedan mucho mejor de esa forma y más limpias.

El ruido es suciedad, pésima suciedad. Y resulta particularmente temible la cargante contaminación espacial de esas horrendas máquinas de embestir, suprema expresión de inútil barbarie tecnológica.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En