FLORA Y FAUNA URBANAS

Juan Lladró, industrial, es el nuevo decano de la Real Academia de la Cultura Valenciana, con lo que aparentemente se consuma la rara coyunda entre el poderío económico y las letras, que en esta ocasión no son las de cambio. Confiemos que tan ilustre varón, huero de oropeles literarios, aporte civilidad donde, hasta ahora, solo cunde la beligerancia sin causa.

- Juan Benedito, presidente del Sindicato de Médicos de Asistencia Pública, tiene motivos sobrados para reivindicar condiciones laborales decentes para los médicos internos residentes del Hospital Doctor Peset, obligados a trabaj...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Juan Lladró, industrial, es el nuevo decano de la Real Academia de la Cultura Valenciana, con lo que aparentemente se consuma la rara coyunda entre el poderío económico y las letras, que en esta ocasión no son las de cambio. Confiemos que tan ilustre varón, huero de oropeles literarios, aporte civilidad donde, hasta ahora, solo cunde la beligerancia sin causa.

- Juan Benedito, presidente del Sindicato de Médicos de Asistencia Pública, tiene motivos sobrados para reivindicar condiciones laborales decentes para los médicos internos residentes del Hospital Doctor Peset, obligados a trabajar 31 horas seguidas y con unas instalaciones tercermundistas para su descanso. De sueldo, ni hablamos. Malo es que la figura del galeno se haya degradado, más que socializado, pero se nos antoja de juzgado de guardia que se le aplique un régimen esclavista.Pedro Villarroel, presidente del Levante UD, ha declarado que en el citado club, tan suyo, 'quien la hace, la paga'. Se ha abstenido de puntualizar que la paga incluso quien no la hace y se limita a cumplir correctamente sus deberes, como ha sido el caso de tantos técnicos y jugadores víctimas de la arbitrariedad de tan autócrata personaje. No ha de extrañarnos que la entrañable entidad no levante cabeza y hasta sospechamos que eso es, precisamente, lo que fomenta su amo y señor.

- Joaquim Albiñana, alcalde socialista de Museros, se niega a cumplir el pacto que le obliga a ceder la alcaldía a EU y, al tiempo que exhibe sus codicias, deja en muy mal lugar a su partido. Por lo visto se cree imprescindible y hasta es posible que haya cumplido satisfactoriamente su misión. Pero resulta risible un tipo con la poltrona pegada al trasero.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En