Reportaje:

Tímido repunte de la matrícula universitaria

La Universidad de Elche pierde por primera vez estudiantes en su quinto año de existencia

Las universidades públicas valencianas experimentaron un aumento global de estudiantes matriculados para el curso que está a punto de acabar, en contra de las previsiones, y según los datos definitivos de la Consejería de Educación. No fue un incremento abultado, tan sólo 1.200 alumnos más que el curso pasado, pero tiene una significación singular puesto que pone entre paréntesis la tendencia que comenzaba a insinuarse en el 1999-2000, con un descenso global de matrícula del 0,35%, claramente compensado por el incremento del 0,9% en el 2000-01. Cabe recordar que el mismo ...

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Las universidades públicas valencianas experimentaron un aumento global de estudiantes matriculados para el curso que está a punto de acabar, en contra de las previsiones, y según los datos definitivos de la Consejería de Educación. No fue un incremento abultado, tan sólo 1.200 alumnos más que el curso pasado, pero tiene una significación singular puesto que pone entre paréntesis la tendencia que comenzaba a insinuarse en el 1999-2000, con un descenso global de matrícula del 0,35%, claramente compensado por el incremento del 0,9% en el 2000-01. Cabe recordar que el mismo Libro Blanco del Sistema Universitario Valenciano destacaba cómo 'los cambios demográficos permiten predecir que en menos de una década el número de jóvenes en edad de acudir a la universidad se reducirá, al menos, en un tercio', lo cual podría 'significar un factor limitativo del crecimiento de la demanda de estudios universitarios'. El horizonte último de esta advertencia se situaba en el año 2006. No obstante, este fenómeno, que afecta a la entrada de nuevos estudiantes universitarios, parece no manifestarse de forma contundente, quizá compensado por otros factores que inciden en el crecimiento de la matrícula.

La subida de la misma este curso, en todo caso, hay que apuntarla a la Universidad Politécnica y, sobre todo a la de Valencia, que han pasado de 33.456 a 33.879 alumnos matriculados, la primera, y de 51.773 a 53.184, la segunda. Por el contrario, la Universidad de Alicante, la Jaume I y la Miguel Hernández han mantenido una línea descendente en proporciones que oscilan entre el -1,06% de la ilicitana y el -2,21% de la castellonense. En todo caso, y atendiendo a las cifras globales del sistema público universitario, queda claro que el descenso de matrícula pronosticado en distintas ocasiones como consecuencia de la tendencia demográfica general, no acaba de manifestarse claramente en los campus valencianos.

De igual manera, y aunque en menor proporción que el curso pasado, también ha aumentado el número de profesores en todas las universidades públicas, salvo en la Miguel Hernández. En números redondos, el sistema público universitario valenciano ha pasado de 8.690 docentes a 8.970, un 3,20% más. Mirado en perspectiva es éste un estamento que ha crecido curso tras curso, desde los 4.269 profesores existentes en el 1989-90, antes de crearse las universidades Jaume I y Miguel Hernández hasta ahora, incluso en el curso 1996-97, cuando se produjo una notable disminución de unos 5.000 alumnos.

El incremento porcentual constante del estamento docente por encima del estudiantil ha incidido favorablemente en la progresión de la ratio alumno/profesor, pasando de los 20 alumnos por profesor del principio de la década pasada a los 15 de media en este inicio de siglo.

Por encima de la media se sitúa la Universidad de Valencia, con una ratio de 17 alumnos por profesor. Por debajo, la Universidad Politécnica con 14 y, sobre todo, la Miguel Hernández, con 9 alumnos por profesor. Una proporción, ésta última, que justifica el estancamiento en la contratación docente, al estar relacionada con una demanda preocupantemente baja respecto a algunas enseñanzas. De hecho, se rompe la lógica tendencia manifestada por la joven Universidad de Elche desde su creación en 1997, que se ha destacado por registrar, año tras año, los mayores incrementos relativos del sistema, tanto en número de profesores como de alumnos.

De los más de 34.000 alumnos computados oficialmente en las universidades públicas valencianas, son unos 30.000 los que estudian con becas de carácter público (sin contar las que conceden las propias universidades), la mayoría otorgadas por el Ministerio de Educación y una sexta parte, aproximadamente, por la Consejería de Educación, que las concede de forma subsidiaria entre quienes quedan 'descolgados' de la convocatoria ministerial. El número de becas solicitadas crece, sin embargo, año tras año en una medida superior a la evolución de ayudas al estudio que se conceden.

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El número de alumnos becados se estanca

Más de una cuarta parte de los universitarios de la Comunidad Valenciana estudia con becas del Estado o de la Generalitat. Según los expertos, se trata de un sistema obsoleto y de difícil control necesitado de reformas, y de hecho el ahora olvidado Informe Bricall planteaba cambios en línea con otros países europeos, pero también es cierto que es el único existente por el momento. En el curso 1999-2000, el último periodo con cifras disponibles, fueron 30.000 los beneficiados por estas ayudas, bien sea mediante la simple exención de tasas, bien mediante prestaciones más completas. Lo cierto es que el número de beneficiarios varía muy poco de un año a otro e incluso disminuye, ya que en el pasado curso disfrutaron unos 600 estudiantes menos que en el 1998-99, a pesar de un ligero aumento (unos 100 millones de pesetas) de los presupuestos públicos destinados a este fin. También han disminuido los beneficiarios de las ayudas al transporte de la Generalitat Valenciana, pasando de los 13.200 del pasado curso a los 12.700 del presente.

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