Piqué cree que no debe extrañar el pago de comisiones en la venta de dos submarinos a Chile

El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, defendió ayer la posibilidad de que en la venta de dos submarinos a Chile por parte de la empresa pública Bazán hubiera podido producirse alguna comisión, y manifestó que tal eventualidad no debería generar extrañeza. 'Estamos hablando de un contrato de una tremenda importancia, de una magnitud muy considerable y, por lo tanto, creo que a nadie puede extrañarle que pueda haber algún tipo de comisión por determinadas operaciones'. Piqué salía con esta frase al paso de la noticia publicada ayer por este diario sobre el hecho de que el Tribunal de C...

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El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, defendió ayer la posibilidad de que en la venta de dos submarinos a Chile por parte de la empresa pública Bazán hubiera podido producirse alguna comisión, y manifestó que tal eventualidad no debería generar extrañeza. 'Estamos hablando de un contrato de una tremenda importancia, de una magnitud muy considerable y, por lo tanto, creo que a nadie puede extrañarle que pueda haber algún tipo de comisión por determinadas operaciones'. Piqué salía con esta frase al paso de la noticia publicada ayer por este diario sobre el hecho de que el Tribunal de Cuentas consideraba injustificado el pago de 546 millones por Bazán a una firma intermediaria radicada en las islas Jersey, Seapoint Enterprises, en relación con dicho contrato.

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Aunque Piqué sugirió la existencia de una comisión, dos hechos contradicen que el pago a Seapoint Enterprises obedeciera a tal fin. El primero es que un portavoz de dicha empresa pública española, hoy denominada Izar Construcciones Navales, negó tajantemente que los 546 millones tuvieran como destino el pago de una comisión.

En segundo lugar, la hipótesis de que tal pago fue una comisión para vender los dos submarinos choca con el hecho de que se produjo, según Bazán, cinco meses después de que dicha empresa pública española tuviese en su bolsillo el contrato para construirlos tras ganar un concurso público. Bazán asegura que dichos pagos fueron para contrarrestar una campaña de prensa de los competidores derrotados.

El PSOE, que no se da por satisfecho con tales explicaciones, pedirá a través de su diputado Jordi Marsal el contrato entre la empresa Bazán y Seapoint Enterprises, así como toda la documentación de los pagos, cuyo rastro pretende seguir. Marsal explicó ayer que su partido no cuestiona este contrato, que supuso una facturación de 60.000 millones, pero sí quiere aplicarle la máxima transparencia. Si se esgrimieran razones de secreto, este diputado sopesa abordarlo en la comisión de secretos oficiales.

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