Los vecinos realojados por expropiación podrán comprar sus casas en 10 años

El Parlamento vasco instó al Gobierno en su última sesión plenaria, celebrada el pasado 16 de marzo, a que modificase la regulación del régimen de realojos. Hasta el momento, Vivienda siempre se reservaba la titularidad sobre el suelo, tanto en el caso de los ciudadanos que acceden a una vivienda de promoción pública a través de un sorteo como para los realojos. Es decir, Vivienda ofrece el producto edificado, el piso, pero no la propiedad del mismo. De esta forma, los beneficiarios pueden disfrutar de la casa durante 75 años. Al final de este tiempo, el piso revierte a la Administración.
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El Parlamento vasco instó al Gobierno en su última sesión plenaria, celebrada el pasado 16 de marzo, a que modificase la regulación del régimen de realojos. Hasta el momento, Vivienda siempre se reservaba la titularidad sobre el suelo, tanto en el caso de los ciudadanos que acceden a una vivienda de promoción pública a través de un sorteo como para los realojos. Es decir, Vivienda ofrece el producto edificado, el piso, pero no la propiedad del mismo. De esta forma, los beneficiarios pueden disfrutar de la casa durante 75 años. Al final de este tiempo, el piso revierte a la Administración.

Antes de que llegará la resolución parlamentaria, el departamento ya trabajaba con la idea de que su modelo tiene pleno sentido en la vivienda que se adjudica en un sorteo, pero no del todo en los realojos. Por eso, pretendía introducir alguna expectativa de compra de la vivienda en propiedad para los realojados. Sin embargo, su primera opción era la de situar la opción de compra del suelo a partir de los veinte años, por lo que ha tenido que rebajar sus pretensiones.

La normativa, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, determina los precios y las condiciones de venta. En el caso de viviendas sociales (el segmento más bajo), el precio del suelo será el 15% del valor en venta de la vivienda. Por ejemplo, si transcurridos los diez años está tasada en diez millones, el precio a pagar por el realojado para hacerse con la propiedad será de 1,5 millones de pesetas. Para las viviendas de protección oficial, el precio será del el 20%, salvo en las casas unifamiliares que se elevará hasta el 25% del valor en venta de esa vivienda. Evidentemente, cuando los ciudadanos realojados entran a vivir tienen que pagar la diferencia entre lo que cuesta su nueva vivienda y la que les expropia el Gobierno.

La adquisición del piso antiguo se realiza, por lo general, de mutuo acuerdo entre ambas partes, según explica el viceconsejero de Vivienda, Miguel Ángel Delgado. Se trata de viviendas tasadas entre tres y seis millones de pesetas, de baja calidad constructiva y con graves deficiencias de conservación, lo que propicia las operaciones de renovación urbana. El departamento ofrece la vivienda en función de la capacidad adquisitiva de la persona que va a ser realojada y de los miembros de su familia. 'Al que tiene unos ingresos de cinco millones le ofrecemos una vivienda de protección oficial de 12 millones; al que tiene ingresos de 1,5 millones se le oferta una vivienda social a siete millones', indica Delgado. El Gobierno tiene préstamos bonificados que cubren el 100% de la diferencia.

Más de mil ciudadanos

En los últimos ocho años, el departamento ha realojado a más de mil ciudadanos en diferentes operaciones. Al ciudadano le cuesta digerir la expropiación, ya que pasa de tener una vivienda en propiedad a disponer de un piso que no es suyo, aunque tenga derechos sobre él durante 75 años. 'Lo que reclaman desde el primer momento es la venta en propiedad', resalta el viceconsejero, quien puntualiza que la misión del Gobierno es, sobre todo, facilitar el acceso. 'Lo que no puede hacer el Ejecutivo es vender una vivienda protegida, costeada con el dinero de todos los ciudadanos, a las primeras de cambio porque supondría un agravio para aquellas personas que se las ven y desean para poder acceder a un piso en el mercado libre sin ninguna ayuda oficial'.

Las previsiones del departamento para los próximos dos años es realojar a otras mil personas. Las obras de regeneración urbana más importantes están en Miribilla (Bilbao), El Carmen (Barakaldo), San Juan Rompeolas (Santurtzi) y en Leioa. Precisamente, las reiteradas protestas de los vecinos de El Carmen, con casi 300 familias afectadas, ha servido para catalizar la discusión. Los vecinos solicitaban la propiedad del suelo desde el primer día.