OPINIÓN DEL LECTOR

Contaminación acústica

Soy vecino de Alcobendas y me dirijo a ustedes para intentar hacer oír mi denuncia y mi queja.

En la Unión Europea estamos todos muy concienciados con el cuidado del medio ambiente, mantener limpias nuestras calles, evitar los daños de las torres de telefonía móvil, etcétera. Pero parece que nadie se preocupa de los problemas que acarrea el exceso de ruido en nuestras ciudades.

En los barrios del casco histórico de Alcobendas no sabemos lo que es dormir los fines de semana. De martes a domingo tenemos que soportar los ruidos de innumerables bares de copas hasta las dos o las tres...

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Soy vecino de Alcobendas y me dirijo a ustedes para intentar hacer oír mi denuncia y mi queja.

En la Unión Europea estamos todos muy concienciados con el cuidado del medio ambiente, mantener limpias nuestras calles, evitar los daños de las torres de telefonía móvil, etcétera. Pero parece que nadie se preocupa de los problemas que acarrea el exceso de ruido en nuestras ciudades.

En los barrios del casco histórico de Alcobendas no sabemos lo que es dormir los fines de semana. De martes a domingo tenemos que soportar los ruidos de innumerables bares de copas hasta las dos o las tres y media de la madrugada. Es cierto que estos horarios están regulados por ley y por lo tanto los propietarios están en su derecho de cerrar a esas horas, pero el Ayuntamiento debería garantizar la insonorización correcta de estos locales, así como vigilar la correcta hora de cierre.

En mi experiencia de más de seis años aguantando bares de copas bajo mi casa, puedo afirmar que el Ayuntamiento de Alcobendas es una de las instituciones más lentas e ineficaces a la hora de solucionar un problema. Para pedir ayuda en el Consistorio debe uno estar preparado para todo: funcionarios que no saben sobre qué bar hablas, ingenieros que acuden a medir con aparatos mal calibrados, limitadores colocados en los aparatos musicales que inexplicablemente permiten al dueño del bar poner la música más alta, etcétera.

Los vecinos, ya que este problema atañe a un gran número de ciudadanos que pagamos nuestros impuestos y votamos en las elecciones, no queremos acabar con los jóvenes empresarios que con gran esfuerzo deciden abrir y mantener sus negocios; únicamente pedimos que, como ciudadanos de la UE, se nos permita vivir sin tener que soportar un ruido que, créanme, merma la salud de los afectados. El Ayuntamiento debe actuar de acuerdo con la normativa vigente y con la competencia propia de un organismo oficial, porque nosotros tenemos derecho a vivir en paz.

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