'Narcoandamios'
Parece ser que, por fin, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital han conseguido ponerse de acuerdo sobre el controvertido asunto de las narcosalas. Como podemos comprobar las 24 horas del día los vecinos de la calle de Muñoz Torrero, en pleno centro de Madrid, ambas administraciones han encontrado la novedosa fórmula alternativa denominada narcoandamios. El método es bien sencillo: se empieza por consentir, e incluso participar, en la dudosa demolición de un edificio histórico, demolición que, dada la habitual celeridad de las administraciones que nos ha tocado en desgrac...
Parece ser que, por fin, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital han conseguido ponerse de acuerdo sobre el controvertido asunto de las narcosalas. Como podemos comprobar las 24 horas del día los vecinos de la calle de Muñoz Torrero, en pleno centro de Madrid, ambas administraciones han encontrado la novedosa fórmula alternativa denominada narcoandamios. El método es bien sencillo: se empieza por consentir, e incluso participar, en la dudosa demolición de un edificio histórico, demolición que, dada la habitual celeridad de las administraciones que nos ha tocado en desgracia soportar, se efectúa ladrillo a ladrillo y sin plazo alguno que cumplir. Acto seguido se permite que toxicómanos y delincuentes ocupen impunemente el andamio que, para seguridad de los viandantes (!!!), se ha levantado. Se hace caso omiso de las denuncias efectuadas, se hace la vista gorda sobre la higiene y la inseguridad ciudadana y se permite que allí se concentren grupos de hasta quince individuos para el reparto, tráfico y consumo de todo tipo de drogas ante la estupefacción e indignación de vecinos y transeúntes.
Una instalación de muy bajo coste en pleno centro de la capital. Así, a dos pasos de las oficinas centrales de grandes empresas, comercios y colegios, las personas que, para su desgracia y la de todos, han hecho de la droga su medio de vida encuentran el lugar ideal para sus menesteres.
Ante el éxito de la iniciativa se están habilitando igualmente portales y solares abandonados, que pueden cumplir perfectamente la misma función, sin que las administraciones citadas se sientan afectadas.
Sólo nos queda, pues, felicitar a las administraciones públicas por el hallazgo de tan feliz solución, lamentando, no obstante, que tan exitosa y económica iniciativa no sea trasladada lo más urgentemente posible ante las puertas de la vivienda del señor alcalde y del señor presidente de la Comunidad.-