La producción de basuras creció un millón de toneladas en una década

La producción de basuras en Andalucía crece a un ritmo mayor que la concienciación. En la última década la generación de residuos sólidos urbanos ha aumentado de 2,1 millones de toneladas anuales a 3,2. La sensibilización ciudadana no camina paralela, como evidencian la persistencia de vertederos ilegales -la Consejería de Medio Ambiente selló 43 en 2000- y la infrautilización del reciclaje. En la comunidad andaluza se producen menos de 150.000 toneladas de compost al año a partir de residuos orgánicos, a pesar de que su capacidad máxima alcanza las 354.000 toneladas.

El análisis de las...

La producción de basuras en Andalucía crece a un ritmo mayor que la concienciación. En la última década la generación de residuos sólidos urbanos ha aumentado de 2,1 millones de toneladas anuales a 3,2. La sensibilización ciudadana no camina paralela, como evidencian la persistencia de vertederos ilegales -la Consejería de Medio Ambiente selló 43 en 2000- y la infrautilización del reciclaje. En la comunidad andaluza se producen menos de 150.000 toneladas de compost al año a partir de residuos orgánicos, a pesar de que su capacidad máxima alcanza las 354.000 toneladas.

El análisis de las basuras se utiliza como indicador de riqueza. La relación entre la calidad de vida y la cantidad de residuos es directamente proporcional. Aplicando a rajatabla esta máxima, podría concluirse que la situación económica en Andalucía ha mejorado notablemente, atendiendo a la evolución de sus residuos. En 1990 se generaron en la comunidad autónoma 2,1 millones de toneladas. Una década después, las basuras urbanas son ya 3,2 millones de toneladas al año.

La sensibilización ciudadana crece con mayor lentitud. A pesar de tratarse de una de las comunidades autónomas donde más se ha desarrollado el compostaje (un procedimiento de transformación y aprovechamiento de residuos orgánicos), es un proceso infrautilizado.

La producción de compost anual ronda entre las 100.000 y 150.000 toneladas, que representa menos del 42% de las 354.000 toneladas anuales que se podrían generar para reutilizar desechos orgánicos en las plantas de tratamiento, según datos de la Consejería de Medio Ambiente. El director general de Prevención y Calidad Ambiental, Juan Espada, atribuye esta infrautilización al escaso avance de la selección de la basura en origen que rebaja la calidad del compost y, sobre todo, a las reticencias de los agricultores para sustituir otros abonos tradicionales por un 'producto que todavía confunden con un residuo'.

Andalucía dispone de cuatro plantas de tratamiento de compostaje para reciclar las basuras orgánicas, que representan el 45% de los desechos andaluces. Las provincias de Huelva y Sevilla, que cuentan con sendos centros de tratamiento, son las que más aprovechan el reciclaje de las basuras orgánicas, con porcentajes que superan el 70% en ambos casos.

La Consejería de Medio Ambiente tiene en marcha tres proyectos de nuevas plantas en Jerez, Linares (Jaén) y Almería. El objetivo de la Administración es, según Espada, 'construir un mercado del compostaje' a través de la mejora de la calidad del producto, que conlleve un aumento de su precio y estimule a los productores. Una línea por la que apostará también la Comisión Europea a través de una directiva comunitaria que está en fase de elaboración.

Juan Espada señala que el comportamiento ciudadano evoluciona hacia la concienciación a la hora de la recogida selectiva, pero que resulta más difícil rebajar la producción de basuras domésticas, aunque no sólo por culpa del consumidor. 'No avanzamos hacia hábitos de menor producción de residuos, pero tampoco lo pone fácil la sociedad de consumo', argumenta.

También la persistencia de vertederos incontrolados evidencia que la concienciación ambiental camina despacio, aunque Espada considera que es 'un fenómeno en retroceso'. La Administración autonómica se ha gastado más de 4.000 millones de pesetas en sellar basureros ilegales desde 1994 y regenerar 2.532.000 metros cuadrados. El año pasado, Medio Ambiente clausuró 43 vertederos, la mayoría en Almería (12), Jaén (9) y Málaga (8).

Sin embargo, Granada es la provincia andaluza donde se registran más vertidos incontrolados. Según datos de la Junta de 1999, casi el 43% de los residuos generados en la provincia se arrojaban en basureros ilegales debido a la tardanza de las administraciones en resolver el tratamiento de basuras con la construcción de una planta.