Maragall advierte de que presentará en otoño la moción de censura a Pujol

Considera 'patética' la situación del Gobierno, con ocho cambios en 17 meses

Para definir la permanente crisis del Gobierno de Pujol, Maragall recordó que desde octubre de 1999 han salido de él tres de los consejeros con más peso político: Xavier Trias, Joaquim Triadú y Josep Antoni Duran Lleida; han cambiado de cartera otros dos, Artur Mas y Núria de Gispert, y han entrado Andreu Mas-Colell, Francesc Homs y Josep Delfí Guàrdia. Y hay anunciado un noveno cambio, para lanzar un candidato a la alcaldía de Barcelona.

Este ajetreo es el fondo sobre el que Pujol ha ensayado, recordó el dirigente del PSC, varias fórmulas para encauzar el futuro de CiU, ante su inevita...

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Para definir la permanente crisis del Gobierno de Pujol, Maragall recordó que desde octubre de 1999 han salido de él tres de los consejeros con más peso político: Xavier Trias, Joaquim Triadú y Josep Antoni Duran Lleida; han cambiado de cartera otros dos, Artur Mas y Núria de Gispert, y han entrado Andreu Mas-Colell, Francesc Homs y Josep Delfí Guàrdia. Y hay anunciado un noveno cambio, para lanzar un candidato a la alcaldía de Barcelona.

Este ajetreo es el fondo sobre el que Pujol ha ensayado, recordó el dirigente del PSC, varias fórmulas para encauzar el futuro de CiU, ante su inevitable retirada. Primero Pujol intentó 'la bicefalia sucesoria', con Artur Mas y Duran Lleida en pie de igualdad en el Gobierno catalán. Después trazó una única línea de sucesión, con Mas como futuro candidato a la presidencia de la Generalitat. Y ahora, finalmente, prueba con una 'tricefalia' con Pujol como presidente de la federación CiU, Mas como sucesor y Duran como 'eventual sucesor del sucesor si, como es de esperar, el sucesor fracasa' en las elecciones.

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Lo peor de todo esto es que sucede mientras Cataluña 'pierde trenes', uno tras otro. El Gobierno de CiU no hace lo que debiera para que Cataluña tenga una entrategia económica con la que hacer frente a una situación en la que se configuran 'grandes grupos económicos' a escala española y en la que se deciden una tras otras opciones estratégicas mientras Pujol está encadenado al PP. No acierta, aseguró, 'ni en materia de agua, ni sobre el tren de alta velocidad, ni sobre el aeropuerto, ni sobre el metro y la Fira de Barcelona, ni sobre las grandes superficies comerciales o los peajes de las autopistas'.

Maragall estaba convencido desde hace tiempo de que Pujol no sería su próximo rival electoral. Incluso se lo dijo al presidente en un debate en el Parlament hace unos meses. Ayer interpretó el anuncio oficial lanzado el sábado por el propio Pujol como la 'escenificación de una comedia política con final feliz en forma de tricefalia'. ¿Cómo podía presentarse de nuevo una persona que ya obtuvo menos votos que su contrincante en las últimas elecciones?, preguntó. Y que luego, con la mayoría absoluta del PP, perdió toda influencia en Madrid, que era un elemento esencial de su estrategia política.

Ante este panorama, se están confirmando en opinión de Maragall las evidencias de 'ineficacia' del Gobierno de Pujol y todo lleva, dijo, a adelantar al próximo otoño la moción de censura que preparaba para principios del 2002. La moción no podrá prosperar, porque no hay duda de que el PP seguirá sosteniendo a Pujol, como ya ayer garantizó su presidente regional, Alberto Fernández Díaz. Lo hizo a pesar de que, según él, CiU ha entrado en una 'espiral autodestructiva'.

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Pero Maragall cree que en estas circunstancias debe quedar claro que Cataluña cuenta con una alternativa de gobierno preparada y solvente. 'No es hora ya', dijo, 'de volver a pedir que Pujol presente la moción de confianza que en buen manual parlamentario correspondía plantear después de cambios tan importantes en su Gobierno y de haber creado incluso una figura equivalente a la de primer ministro. Todo esto ha sido superado, según Maragall, por la continua ineficacia del Gobierno, dedicado a la crisis de una coalición de la que destacó que en el año 2004 se sabrá si es o no una sola fuerza política.

Maragall mantuvo su oferta a CiU de alcanzar soluciones de amplio consenso en asuntos como la creación de las veguerías la ley electoral catalana y la nueva ley de la Corporación Catalana de Radio y Televisión. Pero advirtió que si ahora no se alcanza este consenso, no se verá obligado a lograrlo sobre estas mismas materias después de las próximas elecciones autonómicas si, como espera, los electores le llevan al gobierno.

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