El Parlament pide a la Sindicatura de Cuentas que destituya a los síndicos 'rebeldes'

La única candidata a síndico mayor ha sido rechazada cinco veces

Nuevo episodio en la crisis de la Sindicatura de Cuentas. El Parlament pidió ayer a la Sindicatura que afronte la parálisis en que le ha sumido la imposibilidad de elegir un síndico mayor. La Mesa de la Cámara acordó pedir a la Sindicatura que inicie los trámites para destituir a alguno de los síndicos que bloquean la elección de síndico mayor. Por si esta petición no surte efecto, el pleno del Parlament iniciará hoy la tramitación de una proposición de ley que permita al propio Parlament revocar a los miembros de la Sindicatura que no cumplan con sus funciones.

La normativa vigente dej...

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Nuevo episodio en la crisis de la Sindicatura de Cuentas. El Parlament pidió ayer a la Sindicatura que afronte la parálisis en que le ha sumido la imposibilidad de elegir un síndico mayor. La Mesa de la Cámara acordó pedir a la Sindicatura que inicie los trámites para destituir a alguno de los síndicos que bloquean la elección de síndico mayor. Por si esta petición no surte efecto, el pleno del Parlament iniciará hoy la tramitación de una proposición de ley que permita al propio Parlament revocar a los miembros de la Sindicatura que no cumplan con sus funciones.

La normativa vigente deja en manos de la propia Sindicatura de Cuentas la adopción de cualquier medida contra alguno de sus miembros, aunque el que los nombra es el Parlament. Cuando se elaboró la ley, nadie imaginaba que algún día pudiera darse una situación tan chusca como la actual, en la que una mezcla de rivalidades personales entre los síndicos y de intereses políticos impide la elección de síndico mayor.

Hasta ahora se han celebrado ya cinco votaciones en el seno de la Sindicatura, sin que la única candidata al cargo de síndico mayor, la democristiana Montserrat de Vehí, apadrinada por Unió Democràtica y en particular por el presidente del Parlament, Joan Rigol, haya conseguido el apoyo exigido para obtener el nombramiento. Quienes se oponen a ella más encarnizadamente son los síndicos que fueron elegidos en su día a propuesta de CiU, de acuerdo con el reparto de cuotas entre los grupos parlamentarios.

La consecuencia de esta situación es la paralización de la Sindicatura. Por esta razón, la Mesa del Parlament ha decidido tomar cartas en el asunto. El primer paso ha sido instar formalmente a la propia Sindicatura para que resuelva la crisis. Para ello hace falta que el pleno de la Sindicatura acepte abordarla como tal, algo que no está nada claro que vaya a suceder. El Reglamento Interno de la Sindicatura prevé que sea la propia institución la que aplique sanciones, en su caso.

Los grupos parlamentarios no confían en que la Sindicatura vaya a inmolar a alguno de sus miembros. Por esto, ERC ha presentado una proposición de ley para que el Parlament modifique la ley de la Sindicatura y se dote a sí mismo de la facultad de destituir a los síndicos que no cumplan con su función, como sucede a su juicio con los síndicos que rechazan la candidatura de Montserrat de Vehí. Una de las variables del caso sería, según explicó ayer el diputado republicano Joan Ridao, que la amenaza de esta modificación legal mueva a los síndicos rebeldes a cambiar de posición.

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