Zaplana y Mas no hallan ocasión de visitar la zona del atentado en Gandia

Ni el presidente ni la delegada llamaron a Frau

La voladura de un coche bomba con 50 kilos de explosivos la madrugada del domingo en la playa de Gandia no ha sido motivo suficiente para que los representantes institucionales del Consell y del Gobierno central en la Comunidad Valenciana modificaran su agenda. Ni Eduardo Zaplana ni Carmen Mas se han desplazado a la zona para interesarse por los daños causados por ETA. Dos días después de la explosión, tampoco han hallado tiempo para comunicarse por teléfono con el Ayuntamiento que preside la socialista Pepa Frau.

La voladura del coche bomba causó graves desperfectos en varios edificios...

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La voladura de un coche bomba con 50 kilos de explosivos la madrugada del domingo en la playa de Gandia no ha sido motivo suficiente para que los representantes institucionales del Consell y del Gobierno central en la Comunidad Valenciana modificaran su agenda. Ni Eduardo Zaplana ni Carmen Mas se han desplazado a la zona para interesarse por los daños causados por ETA. Dos días después de la explosión, tampoco han hallado tiempo para comunicarse por teléfono con el Ayuntamiento que preside la socialista Pepa Frau.

La voladura del coche bomba causó graves desperfectos en varios edificios ubicados en un radio de cien metros en torno al coche bomba. Decenas de vecinos del inmueble más afectado han tenido que ser realojados. La Policía Local está desbordada. La festividad de las Fallas ha coincidido con la imprevista necesidad de afrontar tareas de seguridad para evitar el saqueo de los apartamentos abandonados. Pero ni el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, ni la delegada del Gobierno, Carmen Mas, han alterado su agenda de fin de semana, marcada por las fiestas de La Magdalena, en Castellón, y de las Fallas, en Valencia, para acudir al lugar de los hechos ni para comunicarse por teléfono con la alcaldesa de Gandia, la socialista Josefa Frau, y ofrecer su ayuda o siquiera pedirle que traslade su apoyo moral a los afectados.

Una fuente de la Delegación del Gobierno de Valencia comentaba ayer como justificación que tanto el presidente como la delegada del Gobierno han estado puntualmente informados sobre los acontecimientos.

Dos días después de la deflagración, varios vecinos que no llegaron a ser desalojados del edificio residencial más afectado por la explosión, expresaban su malestar y denunciaban la negligente actuación policial entre estremecedores relatos de la experiencia vivida. El portero de la finca, que ofreció su ayuda a la Policía Nacional para identificar los apartamentos ocupados, afirma indignado que nadie se interesó por su colaboración.

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