Derrumbamiento
Resulta paradójico que en los albores del siglo XXI y en pleno centro de Madrid se derrumbe a mediodía un edificio y que la única persona que muera sea un sin techo, alguien que no tenía casa ni techo bajo el que dormir.
Podemos pensar que ha sido una casualidad, pero también podemos pensar que en Madrid hay muchos mendigos. Para convencernos de ello, no tenemos nada más que dar un paseo por el centro de Madrid.
Pero resulta que la víctima también era un enfermo mental, con lo que también podemos deducir que en Madrid hay muchos enfermos mentales.
La enfermed...
Resulta paradójico que en los albores del siglo XXI y en pleno centro de Madrid se derrumbe a mediodía un edificio y que la única persona que muera sea un sin techo, alguien que no tenía casa ni techo bajo el que dormir.
Podemos pensar que ha sido una casualidad, pero también podemos pensar que en Madrid hay muchos mendigos. Para convencernos de ello, no tenemos nada más que dar un paseo por el centro de Madrid.
Pero resulta que la víctima también era un enfermo mental, con lo que también podemos deducir que en Madrid hay muchos enfermos mentales.
La enfermedad mental tiene la característica de que, hasta que produce escándalo social, nadie se preocupa de tratarla. La enfermedad psíquica es un tema tabú para la sociedad. Todos nos tomamos algo cuando estamos constipados, pero consideramos normales ciertos síntomas graves de un problema psíquico.
Si la gente normal sufre catarros, gripes, dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, del corazón, de los huesos, de los ojos, etcétera, lo normal es que también existan pequeños y grandes problemas psíquicos. O que todas esas enfermedades tengan una componente psíquica, aunque de ella no queramos saber nada.-