Los militares entran hoy en escena

'Los generales crearon el Consejo de Seguridad Nacional para perpetuarse institucionalmente en el poder tras el golpe de Estado de 1980', explica un diplomático europeo en Turquía, 'y sus acuerdos son de obligado cumplimiento para el Gobierno'. Cuando los militares hablan en este órgano, toda Turquía escucha. Hoy vuelve a reunirse para reanudar la sesión mensual de febrero, que quedó suspendida el lunes pasado tras el enfrentamiento entre el presidente de la república, Ahmet Necdet Sezer, y el jefe del Gobierno, Bulent Ecevit, que desencadenó la actual crisis económica.

Presidido formal...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

'Los generales crearon el Consejo de Seguridad Nacional para perpetuarse institucionalmente en el poder tras el golpe de Estado de 1980', explica un diplomático europeo en Turquía, 'y sus acuerdos son de obligado cumplimiento para el Gobierno'. Cuando los militares hablan en este órgano, toda Turquía escucha. Hoy vuelve a reunirse para reanudar la sesión mensual de febrero, que quedó suspendida el lunes pasado tras el enfrentamiento entre el presidente de la república, Ahmet Necdet Sezer, y el jefe del Gobierno, Bulent Ecevit, que desencadenó la actual crisis económica.

Presidido formalmente por el jefe del Estado, a su derecha se sientan el primer ministro y los titulares de las carteras de Defensa, Exteriores e Interior, junto a otros altos cargos del Gabinete. Al otro lado de la mesa se sitúan el jefe del Estado Mayor conjunto y los del Ejército, la Fuerza Aérea, la Marina y la Gendarmería.

Más información

No es órgano meramente formal en el entramado institucional turco. A comienzos de 1997, los militares decidieron en un Consejo de Seguridad Nacional la caída como jefe de Gobierno de Necmettin Erbakan, el primer islamista que llegó a ocupar ese cargo en la Turquía moderna. Pocos meses después se vio obligado a presentar la dimisión, y su partido, que era el más votado del Parlamento, fue disuelto por el Tribunal Constitucional por atentar contra el carácter laico del Estado.

Como guardianes últimos de las esencias del kemalismo, los generales lo mismo ordenan purgas periódicas de funcionarios sospechosos de alguna vinculación con el islamismo que prohíben las barbas y los velos en la Universidad. Ahora les toca evaluar la gestión de los políticos en el último descalabro económico. Y su silencio es su mejor apoyo.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Archivado En