Atención temprana
Nuestras vidas están (y estarán) estrechamente vinculadas al hospital universitario Santa Cristina. Primero fue el equipo de ginecología y después el equipo de neonatología, médicos y enfermeras (muy en especial) de la UVI e incubadoras los que lograron que Carlos saliera adelante; sé que es imposible valorar lo que a ellos les debo, les digo lo que tanto he pensado, gracias.
Ya en la incubadora, el equipo de atención temprana del hospital comenzó la terapia con Carlos (fisioterapia, logopedia, estimulación, psicólogo). De esto hace más de un año, la terapia aún durará otros dos años....
Nuestras vidas están (y estarán) estrechamente vinculadas al hospital universitario Santa Cristina. Primero fue el equipo de ginecología y después el equipo de neonatología, médicos y enfermeras (muy en especial) de la UVI e incubadoras los que lograron que Carlos saliera adelante; sé que es imposible valorar lo que a ellos les debo, les digo lo que tanto he pensado, gracias.
Ya en la incubadora, el equipo de atención temprana del hospital comenzó la terapia con Carlos (fisioterapia, logopedia, estimulación, psicólogo). De esto hace más de un año, la terapia aún durará otros dos años.
Supongo que para muchos padres, como lo fue para mí, si tu hijo nace, como en nuestro caso, tras un embarazo en el que hubo sufrimiento fetal, con un peso de 1.290 gramos, inmadurez severa y, además, tiene el síndrome de Down, el día del nacimiento se convierte en el día más triste de toda tu vida.
Pues bien, me gustaría que conociérais a Carlos. Carlos se ríe como el que más, protesta como el que más, balbucea como el que más, ya dice ma-má y pronto comenzará a gatear; es decir, Carlos es tan niño como los demás.
Si Carlos hoy es lo que es se debe, y de esto estoy seguro, a la vocación, profesionalidad y coordinación del equipo de atención temprana del hospital universitario Santa Cristina y a su pronta intervención; ellos han hecho que el día más triste de nuestra vida se convierta en el comienzo de una vida llena de expectativas positivas.
Afortunadamente, los investigadores realizan avances todos los días; no obstante, aún nacen niños prematuros, con parálisis, con síndromes, etcétera; en definitiva, aún nacen niños con traumas, problemas y complicaciones, y mientras la ciencia recorre su camino para intentar solucionar esto, hay otro camino que hemos de recorrer de forma paralela, que es el de potenciar y crear equipos de atención temprana que intervengan desde el primer momento, y, por supuesto, no dar ni un paso hacia atrás en el camino ya recorrido; me da miedo pensar que un paso atrás no fuese único, sino que fuera el primero.-