Caja Cantabria ultima la venta de la antigua Universidad de Comillas a un grupo estadounidense

Caja Cantabria ha alcanzado un principio de acuerdo con el grupo estadounidense Hollyworde Enterprise para la venta del edificio y la finca de la antigua Universidad Pontificia de Comillas. El acuerdo, adelantado por el Diario Montañés, supondrá la conversión de los edificios en un complejo turístico de muy alto rango; el más noble de ellos albergará un hotel de lujo y los otros se destinarán a apartamentos. La inversión podría superar los 12.000 millones de pesetas. Fuentes de la entidad financiera han preferido guardar silencio 'por consideración a la otra parte', en referencia a otro...

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Caja Cantabria ha alcanzado un principio de acuerdo con el grupo estadounidense Hollyworde Enterprise para la venta del edificio y la finca de la antigua Universidad Pontificia de Comillas. El acuerdo, adelantado por el Diario Montañés, supondrá la conversión de los edificios en un complejo turístico de muy alto rango; el más noble de ellos albergará un hotel de lujo y los otros se destinarán a apartamentos. La inversión podría superar los 12.000 millones de pesetas. Fuentes de la entidad financiera han preferido guardar silencio 'por consideración a la otra parte', en referencia a otros tres ofertantes interesados en adquirir el edificio.

Declarado de interés cultural, el inmueble fue levantado a finales del siglo pasado y adquirido en 1993 por Caja Cantabria.

Su destino parece orientarse hacia un turismo de máxima calidad, cuestión esta que es, en principio, bien acogida por la Asociación Cultural Pro-Comillas, cuyos miembros tratan de poner freno a cualquier operación especulativa en los más bellos espacios de la región y preservar la comarca de cara al futuro. Su presidenta, Yolanda Onís, recuerda confiada el compromiso verbal contraído por el presidente de la comisión regional de Urbanismo, Miguel Ángel Revilla, a la vez vicepresidente y consejero de Obras Públicas de Cantabria, en el sentido de que 'nunca autorizará en la finca lo que no sea su rehabilitación'. Preguntado por este periódico, Revilla reafirmó ese compromiso, aunque matizó: 'Destinar los edificios a otro uso, conservando su estructura, lo considero factible'.

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