La aportación privada sólo supone el 25% en la financiación de las universidades andaluzas
Las matrículas de estudiantes de primer y segundo ciclo supusieron 99.837 millones de pesetas
Los datos de la financiación han sido remitidos a los diputados andaluces con el informe Programación Universitaria de Andalucía, 1987-2000, elaborado por tres expertos universitarios. El texto responde al compromiso del presidente de la Junta, Manuel Chaves, en su discurso de investidura, de crear un grupo de trabajo que reflexione sobre la situación de las universidades andaluzas.
La decisión de que en Andalucía exista una única tasa por crédito, independientemente de si la carrera que se cursa es experimental o no, supone anualmente unas pérdidas de 1.500 millones de pe...
Los datos de la financiación han sido remitidos a los diputados andaluces con el informe Programación Universitaria de Andalucía, 1987-2000, elaborado por tres expertos universitarios. El texto responde al compromiso del presidente de la Junta, Manuel Chaves, en su discurso de investidura, de crear un grupo de trabajo que reflexione sobre la situación de las universidades andaluzas.
La decisión de que en Andalucía exista una única tasa por crédito, independientemente de si la carrera que se cursa es experimental o no, supone anualmente unas pérdidas de 1.500 millones de pesetas para las 10 universidades, según destaca el informe.
La conclusión que obtienen los autores del informe (Juan Hernández Armenteros, gerente de la Universidad de Jaén; José Luis Pino, ex director general de Universidades y Guillermina Martín, catedrática de Economía Aplicada) es que con la decisión de establecer una tasa única por crédito se busca favorecer la demanda de las titulaciones experimentales y técnicas para incentivar el desarrollo económico de la comunidad.
La mayor parte de los estudiantes que se matricula en Andalucía elige, no obstante, titulaciones encuadradas dentro del área de Ciencias Sociales, concretamente un 47%, tres puntos por encima de la media nacional. Ciencias de la Salud presenta el menor porcentaje de alumnos, con un 7,74%.
'La estructura del alumnado en Andalucía presenta, en relación con el conjunto de las universidades públicas de España, un menor porcentaje de alumnos matriculados en las carreras técnicas', resalta el informe. Suponen el 21,5%, frente al 25,8% nacional. En experimentales, los alumnos suponen el 12,9%.
Hernández Armenteros considera que si la decisión política es que las tasas se mantengan y no se cargue un mayor peso sobre los alumnos, la única alternativa de las universidades es reclamar más financiación pública. Por eso reclama un modelo de financiación que defina 'cuántos recursos se van a poner y que establezca un modelo de asignación que sea público y transparente'. Esto, reconoce, será difícil a corto plazo.
En el análisis financiero de la programación universitaria desde 1983 hasta hoy, los autores del informe diferencian tres etapas. La primera, hasta 1997, estuvo caracterizada por una gestión y control directo de la Consejería de Educación y por el hecho de que sólo se dispuso del 67% de los 40.000 millones de pesetas comprometidos para ese periodo. Desde que en 1997 se produjo la descentralización, se han sucedido dos planes, uno el que expiró en 2000 y el segundo que se acaba de negociar hasta 2005.
Lo que más preocupa a los autores del estudio son las transferencias corrientes por alumno matriculado. 'Entendemos que la equidad institucional no puede, ni debe ser, considerada como un fin en sí misma, ni tampoco, un signo de excelencia de un sistema universitario, sino un instrumento para facilitar los objetivos que tienen encomendados las universidades', advierte el informe.
En 1994, la Universidad que más recibía era Córdoba, con 389.297 pesetas por alumno, y la que menos, Jaén (201.460). La situación ha cambiado ligeramente en 2000. 'Las razones para explicar las acusadas diferencias que sobre gastos corrientes se vienen dando en el sistema universitario público responden más a factores subjetivos que objetivos y a la ausencia de un modelo de financiación que asigne recursos en función de parámetros medibles, evaluables y comparables', concluyen los expertos. Añaden también que en España se aplican cantidades 'sensiblemente inferiores' a la media de gasto universitario de Europa, donde este diferencial es de más de 200.000 pesetas por universitario.
El mayor gasto de las universidades se sitúa en el personal. La cifra se ha ido reduciendo en los últimos 13 años, pero aún sigue representando un 65% del total, frente al 17% de las inversiones. La evolución del gasto indica que en 1987 fue de 22.053 millones de pesetas, por 129.857 en 1999.
El informe destaca que aún es reducido el peso que representan los gastos corrientes y bienes y servicios, que ningún año alcanza el 14%, cuando el porcentaje considerado idóneo es el 20%.
El informe destaca que la financiación de la Junta para las universidades ha seguido una línea ascendente que desde 1987 hasta 2000 y que ha implicado crecimientos de hasta el 363%.