La Consejería de Medio Ambiente elude tramitar los catálogos que protegerán grutas y caminos rurales

Mientras parece que finalmente la Comunidad Valenciana tendrá, tras cinco años de retraso, un Catálogo de Zonas Húmedas, la Consejería de Medio Ambiente no parece darse prisa en aprobar los otros dos listados que ordena aprobar la ley de Espacios Naturales Protegidos. El grado de incumplimiento en materia de humedales es el mismo que para las vías pecuarias y para las cuevas, que también deberían tener aprobados su catálogos desde 1995. Pero la Consejería de Medio Ambiente, preocupada sólo por la lista más polémica, ha eludido tramitar los catálogos que protegerán las grutas valencianas y los ...

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Mientras parece que finalmente la Comunidad Valenciana tendrá, tras cinco años de retraso, un Catálogo de Zonas Húmedas, la Consejería de Medio Ambiente no parece darse prisa en aprobar los otros dos listados que ordena aprobar la ley de Espacios Naturales Protegidos. El grado de incumplimiento en materia de humedales es el mismo que para las vías pecuarias y para las cuevas, que también deberían tener aprobados su catálogos desde 1995. Pero la Consejería de Medio Ambiente, preocupada sólo por la lista más polémica, ha eludido tramitar los catálogos que protegerán las grutas valencianas y los caminos rurales usados tradicionalmente por los ganaderos trashumantes.

Los técnicos de Medio Ambiente han trabajado en ambos temas y hasta ya han concluido los dos catálogos hace más de año y medio. Pero la consejería niega que sean documentos definitivos y eluden tramitarlos. Y a pesar de incumplir reiteradamente la ley no se anuncia cuándo se dará protección definitiva a las cuevas y a las vías pecuarias.

La Federación Valenciana de Espeleología colaboró con Medio Ambiente en la elaboración de la lista de grutas, aportando datos de todos los enclaves explorados, como su ubicación, dimensiones y topología. Así, la lista, que contiene entre 3.000 y 4.000 cuevas, podría estar oficialmente aprobada desde hace mucho tiempo.

Evidentemente, la aprobación de este catálogo no es tan urgente como el de las zonas húmedas, ya que sería raro que alguien quisiera urbanizar una cueva, pero ya hay muestras de que su falta de protección ha puesto en peligro algunas grutas. El caso más grave es la insistencia de Obras Públicas en construir una carretera de gran capacidad entre Cabanes y Oropesa (por donde apenas circula ahora un centenar de coches) que amenaza una cueva en la que vive una reliquia fósil, la gamba de Miravet, un crustáceo cavernícola de gran valor científico recientemente descubierto. La carretera pasará por una zona donde hay más de 70 cuevas, que quizá alberguen otros tesoros científicos.

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