Llave de Oro de Camarón
Quisiera romper una lanza en favor de la concesión de la Llave de Oro del cante a José Monje Cruz, Camarón de la Isla, ante el malestar expresado por algunos aficionados lectores de esta sección.Indudablemente, Antonio Mairena fue un cantaor único, autor del más importante legado flamenco posible. Pero no es menos cierto que Camarón, tanto por su genialidad como por la expansión que el arte flamenco ha alcanzado con él, también fue un artista único.
No sólo supo acoplar modernidad y pureza manteniendo las raíces ante las nuevas formas, sino que también demostró, a lo largo de su ...
Quisiera romper una lanza en favor de la concesión de la Llave de Oro del cante a José Monje Cruz, Camarón de la Isla, ante el malestar expresado por algunos aficionados lectores de esta sección.Indudablemente, Antonio Mairena fue un cantaor único, autor del más importante legado flamenco posible. Pero no es menos cierto que Camarón, tanto por su genialidad como por la expansión que el arte flamenco ha alcanzado con él, también fue un artista único.
No sólo supo acoplar modernidad y pureza manteniendo las raíces ante las nuevas formas, sino que también demostró, a lo largo de su discografía y en sus numerosas actuaciones, ser un cantaor de largo recorrido.
Estas circunstancias hacen de Camarón un hito que ha marcado la historia del flamenco, hito que no han marcado otros cantaores aún vivos y, sin duda, de gran calidad como Menese o Fosforito. Recordemos que en la época de los legendarios Pastora, Tomás o Manuel Torres el galardón fue otorgado a Manuel Vallejo.
Por otra parte, las alusiones a la dañina herencia camaroniana y el rechazo mayoritario provocado por el hecho suscitan dos preguntas: ¿Cuál fue la herencia de El emigrante o La niña de fuego?, ¿estamos incluidos en esa mayoría los que comprábamos los discos y acudíamos a los recitales de José Monje o, por el contrario, se trata de la minoría sectaria en la que el flamenco ha estado oculto tradicionalmente?
Finalmente, tengo que confesar que la impronta de Camarón abrió mis oídos a este arte y que cada vez que su eco alcanza mi alma, con llave o sin ella, la traspasa haciendo latir recónditas emociones en mi ser.- Juan A. Gallego Blanca. Huelva.