España mantiene el fuerte crecimiento pese a caer una décima en el tercer trimestre

La economía española sigue creciendo a buen ritmo, aunque se detecta una caída en el consumo. En el tercer trimestre respecto de un año antes, el aumento de la actividad ha sido del 4,1%, una décima menos que en el periodo anterior. La causa es un menor impulso del consumo familiar (del 4,6% al 4%) provocado por la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, la subida de los combustibles, el encarecimiento de las hipotecas, la ausencia de ganancias en Bolsa y la menor creación de empleo. El sector exterior, en cambio, se ha recuperado por la mejora de las exportaciones.

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La economía española sigue creciendo a buen ritmo, aunque se detecta una caída en el consumo. En el tercer trimestre respecto de un año antes, el aumento de la actividad ha sido del 4,1%, una décima menos que en el periodo anterior. La causa es un menor impulso del consumo familiar (del 4,6% al 4%) provocado por la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, la subida de los combustibles, el encarecimiento de las hipotecas, la ausencia de ganancias en Bolsa y la menor creación de empleo. El sector exterior, en cambio, se ha recuperado por la mejora de las exportaciones.

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Menos consumo

Los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirman que la economía española ha enfilado la segunda mitad del año a buen ritmo aunque con menos fuerza que en los seis primeros meses. En el tercer trimestre, el crecimiento se ha situado en el 4,2%, una décima menos que entre abril y junio pasados. Pese a este retroceso, existe un consenso general sobre el 4% como media del año, aunque para 2001 los expertos esperan un 3,4%, dos décimas por debajo de la previsión oficial.El resultado del tercer trimestre, con una ligera caída en el ritmo de crecimiento obedece a que el verano fue malo para el bolsillo: los salarios perdieron poder adquisitivo al quedar desfasados respecto de la inflación; las subidas de tipos de interés decididas por el Banco Central Europeo (BCE) se trasladaron a las hipotecas; el precio de los combustibles se disparó; en Bolsa no se ganó dinero y el empleo se desaceleró una décima (del 3,4% al 3,3%).

En consecuencia, el consumo de los hogares se empezó a resentir. En el tercer trimestre respecto de un año antes, el crecimiento de este apartado ha sido del 4% frente al 4,6% del trimestre anterior. Es el segundo trimestre consecutivo en que el consumo familiar se desacelera, y ésta es la tendencia esperada por la mayoría de los expertos para los próximos meses.También la inversión empujó con menos fuerza en el tercer trimestre, aunque en este caso la desaceleración ha sido constante desde principios del año 1999. Se ha pasado del 5,5% en el segundo trimestre al 5,3% en el tercero, cuando a principios de 1999 el ritmo era del 10,9%.

La causa radica, sobre todo, en la inversión en bienes de equipo (del 4,3% al 3,3%, tras la revisión al alza que el Instituto Nacional de Estadística ha hecho de los datos del segundo trimestre).

La actividad de construcción, por el contrario, mantiene la tendencia al alza (del 6,3% al 6,5%) gracias a las obras en infraestructuras que habían estado bloqueadas en buena medida por el periodo electoral y tras el relevo en el Ministerio de Fomento del anterior ministro, Rafael Arias Salgado, por el actual, Francisco Álvarez Cascos. Sin embargo, la edificación muestra ya síntomas de un cierto agotamiento de la demanda de viviendas.

En conjunto, la demanda interna española (que engloba el consumo y la inversión) ha reducido tres décimas su contribución al crecimiento económico (del 4,5% al 4,2%) en el tercer trimestre.

Por el contrario, la mejora de las exportaciones, sobre todo de bienes, y el descenso de las importaciones, han reducido a una sola décima la aportación negativa del sector exterior.

Es una situación mejor para rebajar la alta temperatura que aún muestra la economía española y reducir la presión sobre los precios. Así lo destacó ayer el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, para quien de esta forma se garantiza la "sostenibilidad" del crecimiento económico.

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