Editorial:

Submarino invencible

Envuelto en una niebla de desinformación, el Tireless sigue en Gibraltar. Tras las críticas del presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) sobre la falta de transparencia, el ministro de Exteriores, Josep Piqué, ha considerado "irresponsable" solicitar el traslado del submarino nuclear británico, atracado en Gibraltar desde mayo, hasta que no disponga de información que lo aconseje. Con actitudes tan entreguistas, la posición española se debilita. Por el contrario, hubiera ganado fuerza de haberse aprobado la proposición presentada en el Congreso por la oposición solicitando un t...

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Envuelto en una niebla de desinformación, el Tireless sigue en Gibraltar. Tras las críticas del presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) sobre la falta de transparencia, el ministro de Exteriores, Josep Piqué, ha considerado "irresponsable" solicitar el traslado del submarino nuclear británico, atracado en Gibraltar desde mayo, hasta que no disponga de información que lo aconseje. Con actitudes tan entreguistas, la posición española se debilita. Por el contrario, hubiera ganado fuerza de haberse aprobado la proposición presentada en el Congreso por la oposición solicitando un traslado que incluso Aznar había considerado "razonable" en una entrevista. El presidente del Gobierno y los ministros de Exteriores, Defensa y el Portavoz se matizan y corrigen, según la coyuntura y el empuje de la opinión pública. Éste es un asunto que comenzó de modo desgraciado -por la falta de información, por las improvisaciones, por las contradicciones- y tiene visos de que seguirá así hasta el final. Con el Tireless, el Gobierno ha puesto en marcha la máquina de cometer errores.El CSN, ya de por sí desprestigiado en su independencia por haber proclamado en julio la falta de peligro del submarino, sin información y sin pericia, empujado por el Gobierno, se queja ahora de que Londres no le proporciona informes suficientes sobre la seguridad del Tireless. Por su parte, pese a lo manifestado en su día por Aznar, el Gobierno no parece disponer de estudios fidedignos sobre la posibilidad de trasladar el Tireless a un puerto británico para su reparación. Cuando el submarino llegó averiado a Gibraltar, Londres se escudó en los riesgos que planteaba su traslado. El Panel Nuclear Regulador de la Royal Navy, órgano que controla esta reparación, consideró, sin embargo, el pasado 18 de agosto -según un informe que desvela hoy este periódico- que ese riesgo era bajo, posición que no se ve afectada por el posterior descubrimiento de que la avería era más grave. ¿En qué quedamos? Este mismo organismo consideraba hace ocho días que la prioridad es "llevar a cabo una reparación adecuada para permitir que el Tireless salga de Gibraltar" en la primera ocasión.

Más información

La confusión sobre la información de que dispone el Gobierno -la que tiene a bien suministrarle la parte británica- es algo totalmente impropio de dos socios en la UE y aliados en la OTAN, aunque separados por el contencioso del Peñón. Además de que Londres informe, España ha de disponer de observadores cualificados que puedan seguir fehacientemente el proceso de reparación, aunque ello afecte a la soberanía británica del submarino, y del Peñón. Tras siete meses de torear unos y otros a la opinión pública, hora es de pedir más firmeza al Gobierno de Aznar.

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