El puente de la Constitución finaliza con grandes retenciones de vehículos y sin nieve

Las colas y retenciones kilométricas de retorno del Pirineo catalán remataron ayer a los esquiadores que volvían a casa después de un puente de la Constitución caracterizado por las aglomeraciones de vehículos y la falta de nieve, que impidió la apertura de estaciones emblemáticas como Baqueira. La Confederación del Comercio de Cataluña calcula que los catalanes aprovecharon estos días para efectuar el 10% de sus compras navideñas. Los comerciantes afirman también que los ciudadanos se dedicaron más a mirar escaparates que a comprar.

Durante el pasado fin de semana se produjeron escenas...

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Las colas y retenciones kilométricas de retorno del Pirineo catalán remataron ayer a los esquiadores que volvían a casa después de un puente de la Constitución caracterizado por las aglomeraciones de vehículos y la falta de nieve, que impidió la apertura de estaciones emblemáticas como Baqueira. La Confederación del Comercio de Cataluña calcula que los catalanes aprovecharon estos días para efectuar el 10% de sus compras navideñas. Los comerciantes afirman también que los ciudadanos se dedicaron más a mirar escaparates que a comprar.

Durante el pasado fin de semana se produjeron escenas de tensión entre los visitantes del Pirineo, dispuestos a disfrutar a toda costa de una nieve que no ha aparecido y que acabaron padeciendo grandes aglomeraciones en la carretera. En Andorra, la posibilidad de efectuar las primeras compras navideñas provocó la mayor entrada de vehículos de los últimos años en un solo fin de semana y un colapso sin precedentes, informa Maria Cristina Orduña.Las dificultades de acceso a las estaciones de esquí fueron espectaculares en Boí-Taüll, la única estación con grosores de nieve importantes de todo el Pirineo catalán. Ante las caravanas de 10 kilómetros que se originaron para llegar a las instalaciones hubo que habilitar autobuses para acceder a ellas y los automovilistas fueron obligados a abandonar los vehículos. Sin embargo, tras una hora de espera de este transporte, los Mossos d'Esquadra abrieron el paso a los coches, lo cual encendió los ánimos de los esquiadores. En la estación de Boí-Taüll se registró ayer una entrada récord de 6.000 personas. Las colas para abandonar Andorra empezaron a las once de la mañana y duraron hasta las dos de la tarde.

La salida masiva de miles de ciudadanos barceloneses se ha reflejado también en el comercio, que este año ha experimentado unas ventas similares a las del año pasado en las mismas fechas. Los comercios del centro de Barcelona y los principales establecimientos abrieron sus puertas en un 80%, según datos del sector, pero en toda Cataluña lo hicieron alrededor de 28.000 tiendas, unas 2.000 menos de las que se esperaba.

Miguel Ángel Fraile, secretario de la Confederación del Comercio de Cataluña, explicó ayer que los días de mayor venta fueron el jueves y el sábado, curiosamente los dos que no fueron festivos. La mayor parte de las ventas se centraron, como es habitual, en la ropa, los juguetes informáticos y los pequeños electrodomésticos. "Los barceloneses miran más que compran en estos primeros días, y en este sentido son fechas de reflexión entre los compradores", explicó Fraile.

Un estudio reciente del Departamento de Comercio de la Generalitat estima que los catalanes gastarán una media de 95.000 pesetas por persona durante las fiestas, incluyendo los gastos del pasado puente. Por su parte, la Unión de Consumidores de España cifró hace unos días en 101.000 pesetas el promedio de gasto por persona. En ambos casos, el aumento en relación con el año pasado sería de entre el 5% y el 6%, muy por debajo del incremento registrado en 1999.

Herminia Sirvent
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