La Comunidad ha plantado 610.000 árboles en la zona que ardió en 1995

En el verano de 1995, Somosierra sufrió un incendio que devastó casi mil hectáreas. Desde entonces, la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid ha plantado en la zona afectada 610.000 árboles (pinos, abedules, sauces, tejos, acebos, cerezos y fresnos). El presidente del Gobierno regional, Alberto Ruiz-Gallardón, del PP, y el consejero de Medio Ambiente, Pedro Calvo Poch, visitaron ayer varias de las áreas reforestadas para interesarse por los trabajos.Ruiz-Gallardón aseguró que se han invertido 148 millones de pesetas en los faenas de repoblación a fin de "devolver a Somosierra l...

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Madera quemada

En el verano de 1995, Somosierra sufrió un incendio que devastó casi mil hectáreas. Desde entonces, la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid ha plantado en la zona afectada 610.000 árboles (pinos, abedules, sauces, tejos, acebos, cerezos y fresnos). El presidente del Gobierno regional, Alberto Ruiz-Gallardón, del PP, y el consejero de Medio Ambiente, Pedro Calvo Poch, visitaron ayer varias de las áreas reforestadas para interesarse por los trabajos.Ruiz-Gallardón aseguró que se han invertido 148 millones de pesetas en los faenas de repoblación a fin de "devolver a Somosierra la masa arbórea con que contaba antes del incendio". La superficie en la que trabajan los técnicos de Medio Ambiente abarca 590 hectáreas. El resto, hasta llegar a las 1.000 hectáreas que ardieron, está situado por encina de la cota de 1.825 metros de altitud, una altura que reúne muchas dificultades para garantizar una correcta reforestación con árboles.

La zona en la que se trabaja se sitúa dentro de los términos municipales de las localidades de Somosierra, Robregordo, Horcajuelo de la Sierra y Montejo de la Sierra. La mayoría de los árboles plantados son pinos, que suman casi 550.000.

En cuanto se extinguió el incendio, que mantuvo ocupados a los bomberos y a los habitantes de la zona varios días, los equipos de la Consejería de Medio Ambiente comenzaron los trabajos encaminados a devolverle a esta parte de la sierra su aspecto de antes del incidente: lo primero que hicieron fue eliminar toda la madera quemada y diseñar nuevos cortafuegos. Después, entre el otoño de 1997 y octubre de 1999, los técnicos de la Comunidad de Madrid comprobaron in situ la evolución natural del monte afectado con el fin de descubrir cuál sería la técnica más adecuada para plantar los árboles con éxito. Preparar el terreno no fue fácil: se necesitaron, según explica la consejería de Medio Ambiente, dos tractores "de alta estabilidad".

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