Cartas al director

Sobre la inspección

No es ningún secreto que la Inspección Educativa se encuentra en estado agónico. El que fue un servicio público y profesionalizado se ha convertido en un totum revoltum desvertebrado, sin proyecto. Los grandes perjudicados son los centros educativos, el propio sistema que recula con rebajas a la calidad, la sociedad que contempla perpleja el deterioro de la cosa escolar y los propios colectivos de funcionarios.A todo esto se le añaden las disputas que no pueden producir en la ciudadanía otra cosa que decepción. Porque las situaciones personales de los funcionarios de la Inspección perte...

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No es ningún secreto que la Inspección Educativa se encuentra en estado agónico. El que fue un servicio público y profesionalizado se ha convertido en un totum revoltum desvertebrado, sin proyecto. Los grandes perjudicados son los centros educativos, el propio sistema que recula con rebajas a la calidad, la sociedad que contempla perpleja el deterioro de la cosa escolar y los propios colectivos de funcionarios.A todo esto se le añaden las disputas que no pueden producir en la ciudadanía otra cosa que decepción. Porque las situaciones personales de los funcionarios de la Inspección pertenecen al ámbito de la intimidad. Por lo que respecta a la ideología, cualquiera es legítima si se ajusta al marco constitucional y no debería avergonzar a nadie. La que sí debería avergonzarse es la Administración, principal inductora de la situación de precariedad en la Inspección. Y principal responsable de las arbitrariedades cometidas, la última de las cuales ha sido la asignación de los nuevos destinos. "Quien siembra vientos recoge tempestades". Aquí están.-

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