LA APERTURA DE FRONTERAS EN EL DEPORTE

La reforma del sistema de traspasos, condicionada al desenlace del 'caso Balog'

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea, con sede en Luxemburgo, está a unos días de aclarar de una vez el marco legal del deporte profesional y especialmente el del fútbol. El caso Balog, llamado Bosman bis, plantea por primera vez a la Corte europea que se pronuncie sobre la vinculación de los clubes al derecho comunitario sobre competencia. La vista está prevista para el próximo martes. El proceso tendrá como consecuencia inmediata, según los expertos, un retraso en la solución del litigio entre la UE y la FIFA sobre el sistema de traspasos de futbolistas.

"Me siento prisionero",...

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El Tribunal de Justicia de la Unión Europea, con sede en Luxemburgo, está a unos días de aclarar de una vez el marco legal del deporte profesional y especialmente el del fútbol. El caso Balog, llamado Bosman bis, plantea por primera vez a la Corte europea que se pronuncie sobre la vinculación de los clubes al derecho comunitario sobre competencia. La vista está prevista para el próximo martes. El proceso tendrá como consecuencia inmediata, según los expertos, un retraso en la solución del litigio entre la UE y la FIFA sobre el sistema de traspasos de futbolistas.

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"Me siento prisionero", declaró a la prensa el futbolista húngaro Tibor Balog ante la imposibilidad de poder cambiar de club tras concluir en abril de 1997 su contrato con el Charleroi belga. El club pedía para su traspaso una indemnización demasiado elevada que impidió que prosperaran las negociaciones con los clubes franceses Laval y Nancy, el noruego Skeid y los austriacos Salzburg y Hartberg. Al final, el Charleroi renunció a la compensación y Balog pudo incorporarse al israelí Ironi Ashdod.Pero el Charleroi se negó a reconocer que no podía pedir cantidades por traspaso al considerar que la sentencia Bosman no afectaba a futbolistas nacionales de terceros países, según explicaron fuentes del Tribunal de Justicia de la UE. Balog denunció el caso ante el Tribunal de Primera Instancia de Charleroi, que planteó a su vez en julio de 1998 una pregunta prejudicial ante la Corte de Luxemburgo.

El próximo martes tendrá lugar la vista del caso Balog. El Tribunal de la UE tendrá que pronunciarse sobre la compatibilidad con el derecho comunitario "de la regulación de las federaciones de fútbol que permiten el pago de cantidades por traspaso cuando uno de los miembros de su plantilla, de nacionalidad no comunitaria, al final de su contrato, sea fichado por un otro club con sede en el mismo estado miembro, en otros estados de la UE o su espacio económico o en un estado tercero".

La sentencia del Tribunal de Justicia de la UE en 1995 a favor del jugador belga Jean-Marc Bosman supuso una revolución, al reconocer a los futbolistas comunitarios el derecho a circular libremente por la UE como trabajadores cuando concluyeran sus contratos. El caso Balog llega en un momento especial: en plena negociación para la reforma del sistema de traspasos y en paralelo al conflicto de los llamados comunitarios B.

La Corte europea no fue capaz de dar una respuesta a la pregunta que se le planteó durante el proceso Bosman sobre la compatibilidad del sistema de indemnizaciones de transferencias con la legislación comunitaria. "El caso Balog es importante por su contexto y por su alcance", reconoció un experto jurista. El aspecto más interesante, continúa, es que por primera vez se plantea a la Corte que se pronuncie sobre si los clubs de fútbol deben aplicar las normas comunitarias sobre la Competencia: "El enfoque no es del empleado, como en Bosman, sino del empleador".

"El interés mayor de este caso es que, por primera vez, es muy probable que el Tribunal de Justicia tenga que marcar la pauta, dar directrices en la cuestión del derecho de la competencia y el deporte", reitera la fuente, "porque hasta ahora siempre ha escapado del tema, utilizando el enfoque del atleta". El reto es importante porque la FIFA no está dispuesta a que se le aplique el Derecho de la Competencia y reclama que en el fútbol se apliquen normas específicas.

El Tribunal de la UE, en plena negociación del sistema de traspasos, tiene entre manos un caso concreto que le permitirá zanjar el conflicto entre deporte y derecho económico al decidir si las reglas comunitarias deben aplicarse al deporte. Pero Luxemburgo también tiene ahora la ocasión de matizar la sentencia Bosman en aspectos relativos a los traspasos.

Otra consecuencia importante del caso Balog es el efecto que tendrá en la negociación entre la Comisión Europea y la FIFA sobre el sistema de traspasos. "Bruselas no se podrá pronunciar antes de una sentencia del Tribunal porque podría producirse una contradicción", explicó. "Balog es la libertad al final de contrato, pero contestando a la pregunta del juez belga, se puede fijar un marco que permita resolver la ruptura del contrato en vigor, la limitación de los derechos de los menores para protegerlos, la posibilidad de un traspaso al año y la duración definida de los contratos". Pero el Tribunal de Justicia de la UE también puede evitar meterse de lleno en el caso. "Se trata de ver, en suma, si el Derecho de la Competencia se aplica a todas las empresas del mundo siempre que un acuerdo entre ellas tenga un efecto en el territorio de la UE", concluyó el jurista.

El martes próximo, tendrá lugar en Luxemburgo la vista del caso Balog. El abogado general de la Corte europea tendrá entre un mes y medio año para presentar su informe preliminar, un paso previo indispensable para que el Tribunal de la UE pueda dictar su sentencia. El proceso completo puede durar hasta un año y si la decisión de Luxemburgo apoya la tesis defendida por el abogado de Balog, Jean-Luc Dupont -el mismo que defendió a Bosman-, los clubes tendrán que someterse a la atenta vigilancia del los servicios del comisario de la Competencia, Mario Monti, conocidos por su severidad al aplicar las normas.

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