Los sindicatos se movilizarán en diciembre si el Gobierno impone su reforma laboral

El descontento sindical ante la posibilidad de que el Gobierno imponga una reforma laboral amenaza con pasar de las palabras a los hechos. Comisiones Obreras, primer sindicato del país por número de afiliados, está estudiando movilizarse con UGT en diciembre si el Ejecutivo aprueba una reforma laboral sin el beneplácito de las centrales. El Ministerio de Trabajo está decidido a poner en marcha su reforma si patronal y sindicatos no llegan a un acuerdo en sus negociaciones bilaterales. Las centrales creen que se trata de una intromisión injustificada.

"Hay una complicidad explícita entre...

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El descontento sindical ante la posibilidad de que el Gobierno imponga una reforma laboral amenaza con pasar de las palabras a los hechos. Comisiones Obreras, primer sindicato del país por número de afiliados, está estudiando movilizarse con UGT en diciembre si el Ejecutivo aprueba una reforma laboral sin el beneplácito de las centrales. El Ministerio de Trabajo está decidido a poner en marcha su reforma si patronal y sindicatos no llegan a un acuerdo en sus negociaciones bilaterales. Las centrales creen que se trata de una intromisión injustificada.

"Hay una complicidad explícita entre el Gobierno y la patronal. La mesa de negociación la ha bloqueado el Gobierno", asegura Rodolfo Benito, secretario de Comunicación de CC OO. "A la patronal le gusta el mensaje que recibe del Gobierno, ya que va más lejos que la propia CEOE", sostiene el responsable de Comunicación de UGT, Antonio Ordóñez. CC OO ya ha pedido una entrevista al presidente del Gobierno, José María Aznar, para exigirle que no interfiera en el diálogo social.

Aunque los sindicatos alertan sobre la situación "crítica" que atraviesa el diálogo social, la negociación aún no se ha roto. Este mismo viernes se reúnen la patronal y los sindicatos para avanzar en el proceso. "Es mejor acordar la reforma con los sindicatos", reconoce Gonzalo Garnika, portavoz de la CEOE. El problema es que los sindicatos consideran prioritario penalizar el uso del contrato temporal para atajar la excesiva temporalidad del mercado de trabajo (32%) y la patronal prefiere flexibilizar el contrato indefinido para incentivarlo.

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