Alberto Fernández reclama a Pujol que pacte los presupuestos sólo con el Partido Popular

El PP quiere ser el único socio de Convergència i Unió en los Presupuestos de la Generalitat para el año 2001. El presidente regional, Alberto Fernández Díaz, anunció ayer en Lleida que una delegación de su grupo tendrá mañana una primera reunión con el Gobierno catalán para empezar a estudiar el proyecto de presupuestos, y subrayó que el PP "no está dispuesto a simultanear un acuerdo con ERC". El PP clausuró ayer los congresos de Tarragona y Lleida, donde Josep Maria Fabregat, el candidato de Josep Piqué, fue derrotado con claridad.

CiU ya aprobó los presupuestos para este año con el a...

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El PP quiere ser el único socio de Convergència i Unió en los Presupuestos de la Generalitat para el año 2001. El presidente regional, Alberto Fernández Díaz, anunció ayer en Lleida que una delegación de su grupo tendrá mañana una primera reunión con el Gobierno catalán para empezar a estudiar el proyecto de presupuestos, y subrayó que el PP "no está dispuesto a simultanear un acuerdo con ERC". El PP clausuró ayer los congresos de Tarragona y Lleida, donde Josep Maria Fabregat, el candidato de Josep Piqué, fue derrotado con claridad.

CiU ya aprobó los presupuestos para este año con el apoyo exclusivo del PP, pero sus dirigentes han señalado reiteradamente que están abiertos al diálogo con todos los grupos de la Cámara. Fernández Díaz aceptó ayer que CiU dialogue con todos los grupos, pero envió una señal muy clara: si la coalición nacionalista quiere el apoyo del PP, el acuerdo debe ser exclusivamente con este partido y debe dejar de lado expresamente a Esquerra."No entraremos en una subasta de pactos entre CiU, el PP y ERC", afirmó Fernández Díaz, quien mostró no obstante su predisposición a garantizar la "estabilidad política".

El líder del PP catalán clausuró ayer, junto con el hombre fuerte del partido, Josep Piqué, los congresos provinciales de Tarragona y Lleida. En Tarragona, la lista única encabezada por el actual presidente, Carles Curto, logró el respaldo del 75% de los compromisarios. En Lleida, en cambio, se enfrentaron dos listas: José Manuel Pardos, avalado por la dirección provincial, se impuso al diputado autonómico Josep Maria Fabregat, quien, pese a tener el apoyo de la dirección regional y del propio Piqué, consiguió un soporte inferior al 30%. Fabregat obtuvo únicamente 197 de los 665 votos emitidos.

A pesar del descalabro sufrido por su candidato, Piqué mostró su convencimiento de que todos los dirigentes trabajarán conjuntamente en la nueva dirección. Desde hace meses, la organización del PP en Lleida vive una auténtica guerra civil entre los partidarios de la dirección provincial y los dirigentes afines a Fabregat.

A pesar de estas rencillas internas, Piqué dijo que está seguro de que el PP gobernará, en un plazo de tiempo no demasiado largo, la Generalitat y la mayoría de los ayuntamientos catalanes. El hombre fuerte del PP catalán añadió que uno de los principales objetivos del PP en estos momentos es normalizar el papel del partido en la política catalana y participar directamente en todos los debates para estar en condiciones de gobernar lo más pronto posible en Cataluña.

"El partido está en una fase alcista de sus expectativas electorales, nuestro mensaje llega cada vez a más ciudadanos y creemos que ello será posible con planteamientos coherentes desde el punto de vista del respeto a la Constitución y al Estatut y de los intereses y sentimientos de los catalanes", indicó el ministro.

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En el congreso de Tarragona, Carles Curto fue reelegido presidente y los compromisarios respaldaron una propuesta que abre las puertas a una nueva organización que potencie a los conservadores en las cuatro comarcas de las Terres de l'Ebre. Esta estrategia ya ha sido adoptada por otras formaciones; por ejemplo, UGT y el PSC.

Herminia Sirvent

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