El efecto Lewinsky
Aparte de su orgullo personal, Gore teme que una irrupción de Clinton en su campaña removería las aguas turbias del caso Lewinsky, cristianamente evitado por los republicanos, pero subyacente en la mente de millones de estadounidenses. Gore todavía está dolido por haber quedado a los pies de los caballos cuando proclamó a los cuatro vientos su fe en la inocencia de Clinton, a quien calificó "como uno de los grandes presidentes de este país", justo el mismo día que la Cámara de Representantes votaba el procesamiento del Presidente. Sin embargo, hay una persona que ha olvidado el c...
Aparte de su orgullo personal, Gore teme que una irrupción de Clinton en su campaña removería las aguas turbias del caso Lewinsky, cristianamente evitado por los republicanos, pero subyacente en la mente de millones de estadounidenses. Gore todavía está dolido por haber quedado a los pies de los caballos cuando proclamó a los cuatro vientos su fe en la inocencia de Clinton, a quien calificó "como uno de los grandes presidentes de este país", justo el mismo día que la Cámara de Representantes votaba el procesamiento del Presidente. Sin embargo, hay una persona que ha olvidado el caso de la becaria: la Primera Dama y candidata al Senado por Nueva York, Hillary Rodham Clinton. Sabe que su avance en las encuestas se debe a la presencia de su marido en el Estado de la Gran Manzana.