Castellano achaca a un "error" el reparto de vacunas caducadas

El consejero de Sanidad, Serafín Castellano, achacó ayer en las Cortes a un "error administrativo" la distribución, el pasado mes de abril, de vacunas contra la hepatitis B caducadas. La diputada socialista María José Mendoza acusó a la consejería de "favorecer" a los laboratorios Pasteur, que en la adjudicación del último concurso para la compra de vacunas "obtuvieron el 76% de los 1.200 millones" de pesetas fijados, un dato que, según dijo, debe "hacer reflexionar". Mendoza criticó la "falta de información" sobre el asunto que recibieron los facultativos encargados de dispensar las vacunas...

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El consejero de Sanidad, Serafín Castellano, achacó ayer en las Cortes a un "error administrativo" la distribución, el pasado mes de abril, de vacunas contra la hepatitis B caducadas. La diputada socialista María José Mendoza acusó a la consejería de "favorecer" a los laboratorios Pasteur, que en la adjudicación del último concurso para la compra de vacunas "obtuvieron el 76% de los 1.200 millones" de pesetas fijados, un dato que, según dijo, debe "hacer reflexionar". Mendoza criticó la "falta de información" sobre el asunto que recibieron los facultativos encargados de dispensar las vacunas.Castellano aseguró que Sanidad actuó de forma "correcta y adecuada" al proceder, de acuerdo con las indicaciones de la Agencia Española del Medicamento, al reetiquetado de varios lotes de vacunas cuya fecha de caducidad era "incorrecta". El consejero explicó que en diciembre de 1999 los laboratorios Pasteur solicitaron a la Agencia del Medicamento el reetiquetado de 65.064 unidades "que por error habían sido comercializadas con un fecha de caducidad incorrecta". Castellano indicó que la agencia dio "el visto bueno" a la petición y permitió "la inmediata ampliación" de la fecha de caducidad de los dos a los tres años, basándose en la legislación europea, que establece un límite máximo de 36 meses de caducidad, con el requisito de que anularan la fecha anterior.

Según el consejero, en este caso "ha habido un sometimiento escrupuloso a los principios de legalidad y competencia". Además, afirmó que este error no ha generado "ninguna contraindicación ni efecto secundario" en los ciudadanos y argumentó que la eficacia de la vacuna se demuestra en que el número de casos de hepatitis B en el segmento de edad pediátrica es nulo.

"No sabemos si las vacunas retiquetadas pertenecen a un stock de la consejería no usado, o son de un laboratorio que no tiene a quién endosarlo y al que la consejería le debe un favor", dijo Mendoza, quien agregó: "Parece que obtuvieron una rebaja sustancial en el precio", porque de lo contrario "no se entiende".

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