2.400 inmigrantes extranjeros se inscriben cada mes en Barcelona

Barcelona atrae cada vez a más población inmigrante. En seis meses, el número de extranjeros que se han inscrito en el padrón municipal ha pasado de 53.428 a 65.330. Ello representa un incremento mensual de 2.400 personas, cifra que ya supera a la de nuevos inscritos de origen nacional. El colectivo de inmigrantes representa ahora el 4,3% de la población total de la ciudad, pero no se reparte de forma homogénea. Ciutat Vella es el distrito con más residentes extranjeros: un 16,67% de todos los censados.

Muchos inmigrantes que se encontraban en situación irregular en el país optaron por ...

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Barcelona atrae cada vez a más población inmigrante. En seis meses, el número de extranjeros que se han inscrito en el padrón municipal ha pasado de 53.428 a 65.330. Ello representa un incremento mensual de 2.400 personas, cifra que ya supera a la de nuevos inscritos de origen nacional. El colectivo de inmigrantes representa ahora el 4,3% de la población total de la ciudad, pero no se reparte de forma homogénea. Ciutat Vella es el distrito con más residentes extranjeros: un 16,67% de todos los censados.

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Distribución desigual

Muchos inmigrantes que se encontraban en situación irregular en el país optaron por inscribirse en el padrón municipal para tener acceso a ciertos servicios y ayudas sanitarias y sociales. Y también para iniciar el proceso de regularización extraordinaria que se abrió con la aprobación de la nueva Ley de Extranjería al final de la anterior legislatura. La llegada de extranjeros a Barcelona ha aumentado especialmente en los últimos seis meses, desde marzo hasta septiembre.En una ciudad en la que cada año mueren más personas de las que nacen, el mantenimiento de la población depende de los flujos migratorios. La llegada de extranjeros contribuye así a paliar la caída demográfica de la ciudad, que viene apuntándose desde hace unos años.

Fuentes municipales destacan que el promedio de 2.400 inmigrantes empadronados cada mes es una cifra muy elevada y supera ya al número de fóraneos de origen nacional que se incriben en la ciudad. Pero los inmigrantes censados sólo son una parte del colectivo de extranjeros que viven en la ciudad, ya que muchos se encuentran en situación irregular. Pese a este incremento, la ciudad de Barcelona está aún lejos de alcanzar los porcentajes de población de origen extranjero que presentan muchas de las grandes capitales europeas, que suelen superar el 10% del censo.

Entre los inmigrantes que se inscriben en el censo predominan los que proceden de países extracomunitarios, fundamentalmente magrebíes y latinoamericanos. También en los últimos meses se ha observado un aumento del porcentaje de extracomunitarios en el conjunto de los extranjeros que se instalan en la ciudad.

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A 31 de marzo pasado, los extracomunitarios representaban el 79% del total de nuevos censados. Cinco meses después, el porcentaje había llegado al 82%. Por el contrario, los ciudadanos empadronados procedentes de países de la Unión Europea han disminuido en ese mismo periodo.El impacto de la población inmigrante sobre los distritos de la ciudad es muy desigual. Por ejemplo, en Nou Baris y Horta-Guinardó los extranjeros empadronados son el 2,44% de la población total; en Sants-Montjuïc, el 4,44%, y en Les Corts, el 3,74%. Los datos del padrón coinciden con lo que puede observarse en las calles. Así, Ciutat Vella es el distrito que concentra el mayor número de residentes extranjeros. De una población total de 88.323 personas empadronadas en septiembre pasado, 14.723 eran inmigrantes, lo que representa un 16,67%. Pero fuentes de los servicios sociales indican que la cifra total de residentes extranjeros, fundamentalmente de origen magrebí, supera con creces ese porcentaje, ya que muchos de los que llegan sin papeles se instalan en este barrio y muchos de los pisos alquilados por residentes legales acogen temporalmente a compatriotas en situación irregular.

El mal estado de buena parte de los inmuebles situados en los barrios del centro histórico de la ciudad hace que haya una oferta de vivienda barata, a veces en precarias condiciones de conservación, a la que pueden acceder con más facilidad las familias con menores ingresos, que suelen ser las de los recién llegados.

Joan Guerrero

Ciutat Vella ha pasado del 10% al 17% de población inmigrante en cuatro meses

Si en mayo la cifra de inmigrantes de Ciutat Vella era del 10%, en septiembre pasado se acercaba al 17%. Se trata, además, de una población que en muchas ocasiones está en una situación precaria y suele ser usuaria tanto de los servicios sociales del Ayuntamiento de Barcelona como de las ayudas de Cáritas.Los nuevos inscritos en el padrón proceden, de mayor a menor volumen, de los siguientes países: Marruecos, Perú, Ecuador, Colombia, República Dominicana, Filipinas, Pakistán, Francia, China, Alemania, Argentina, Reino Unido, Brasil, Chile, Cuba, Estados Unidos, Portugal y Argelia.

Desde diversos sectores se ha advertido de que la excesiva concentración de inmigrantes en un solo distrito, el de Ciutat Vella, puede ser perjudicial, tanto para la convivencia en el barrio como para la integración de los propios inmigrantes en la sociedad de acogida. El Ayuntamiento está especialmente preocupado por la aparición, en los últimos meses, de algunos clanes delictivos, como un grupo de argelinos que se ha instalado en el Casc Antic. Ahora este grupo se concentra en la zona más próxima al mercado de Santa Caterina, afectada por el proceso de reforma urbanística de Francesc Cambó. Las azoteas de los edificios que están semivacíos a la espera de ser derruidos han sido ocupadas por más de 70 argelinos que subsisten de la llamada delincuencia de menor intensidad, pero que desencadena graves problemas de convivencia.

El Ayuntamiento ha comenzado a tapiar casas abandonadas y a medida que se han ido tapiando edificios, el grupo se ha ido desplazando por las calles del barrio hasta llegar a ocupar, por las noches, el solar del antiguo mercado de Santa Caterina. Núria Carrera, concejal de Bienestar Social, subraya la necesidad de erradicar ese foco de delincuencia, algo en lo que coincide la regidora del distrito, Katy Carreras-Moysi. "Aunque la mayoría son adultos, también hay menores de 16 años que si no salen de ese círculo, acabarán delinquiendo", dice Núria Carrera. Los tres educadores de que dispone Bienestar Social realizan el seguimiento de 24 menores argelinos. Estos adolescentes, a diferencia de los de origen marroquí, no suelen consumir colas ni drogas.

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