15 rockeros y miles de jovencitas

Había un rockero de pobladas patillas, cabellos largos y chaleco de cuero no justificado por el clima. Debía de sentirse como un pulpo en un garaje, pues miraba atónito el mar de cuerpos adolescentes que bajo sus camisetitas de tirantes palpitaban mientras Melón Diesel enarbolaban sus estribillos pop-rockeros nacidos en Gibraltar. Rockeros como él había como máximo unos 15; jovencitas, unas 14.000. De ahí su radical sensación de haberse equivocado de día e incluso de época. Pero ni él ni los otros 14 como él se habían equivocado, estaban allí porque M. Clan, uno de los pocos grupos rockeros qu...

Había un rockero de pobladas patillas, cabellos largos y chaleco de cuero no justificado por el clima. Debía de sentirse como un pulpo en un garaje, pues miraba atónito el mar de cuerpos adolescentes que bajo sus camisetitas de tirantes palpitaban mientras Melón Diesel enarbolaban sus estribillos pop-rockeros nacidos en Gibraltar. Rockeros como él había como máximo unos 15; jovencitas, unas 14.000. De ahí su radical sensación de haberse equivocado de día e incluso de época. Pero ni él ni los otros 14 como él se habían equivocado, estaban allí porque M. Clan, uno de los pocos grupos rockeros que hoy triunfan en España, formaba parte del cartel que los 40 Principals ofrecía el lunes en la estación de Francia como colofón musical de la Mercè. Una vez visto su concierto, los 15 rockeros ya no se quedaron para ver a OBK.Pero se perdieron un espectáculo mencionable que puso en estado de ebullición a toda la estación, aguijoneada por las melodías del dúo de Sant Feliu de Llobregat. Convertidos en los triunfadores de la noche, Jordi Sánchez y Miguel Arjona se pasearon entre ese bosque de melodías poperas fustigadas por bases de techno-pop directamente heredadas de Depeche Mode. Apoyados por un dúo de teclistas y un guitarra, los OBK expusieron en escena los argumentos de canciones como Tú sigue así, El cielo no entiende y Falsa moral, sus éxitos más recientes. Pero, como nunca hay suficiente, Jordi solicitó que la concurrencia encendiese sus mecheros antes de interpretar Princesa de mis sueños. La estación se pobló de llamitas y las lágrimas afloraron en los ojos de las fans, que incluso corearon el Personal Jesús con el que OBK homenajeó a Depeche Mode.

M. Clan no logró que el público corease It's only rock and roll, de los Stones, canción que últimamente no suena mucho en la radiofórmula. Eso sí, Steve Miller debió de sentir algo en su corazoncito cuando los murcianos pusieron al público patas arriba con una versión de Llamando a la tierra, tema popularizado por él cuando casi nadie de los allí presentes había nacido y que ha impulsado la carrera de M. Clan. El grupo despachó antes su poderosa ración de rock sureño y pop enrockecido con temas como No quiero verte, Usar y tirar y Quédate a dormir.