Los soberanistas de CDC llevarán la autodeterminación al congreso del partido

El derecho a la autodeterminación dormía el sueño de los justos en la ponencia política que Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) debía debatir en su congreso de los próximos 10, 11 y 12 de noviembre. Pero el sector soberanista de CDC ha decidido despertar el alma nacionalista del partido y presentar diversas enmiendas "en línea progresista y nacionalista", aseguran. La más emblemática de todas ellas pide el reconocimiento del derecho a la autodeterminación para Cataluña.

Las enmiendas serán presentadas a través de agrupaciones comarcales o sectoriales y el próximo sábado se debat...

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El derecho a la autodeterminación dormía el sueño de los justos en la ponencia política que Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) debía debatir en su congreso de los próximos 10, 11 y 12 de noviembre. Pero el sector soberanista de CDC ha decidido despertar el alma nacionalista del partido y presentar diversas enmiendas "en línea progresista y nacionalista", aseguran. La más emblemática de todas ellas pide el reconocimiento del derecho a la autodeterminación para Cataluña.

Pragmatismo parlamentario

Las enmiendas serán presentadas a través de agrupaciones comarcales o sectoriales y el próximo sábado se debatirán en asamblea en Sant Just Desvern (Baix Llobregat). Las propuestas de los soberanistas incluirán, según fuentes de este sector, la "reivindicación de los Països Catalans" -territorios de habla catalana-, una mayor participación de Cataluña, "como nación", en la construcción europea y el refuerzo del catalanismo frente a la "ofensiva homogeinizadora del Partido Popular". Respecto al PP -aliado de CiU en el Parlament-, los soberanistas quieren marcar distancias y pretenden que el partido tienda puentes políticos hacia Esquerra Republicana (ERC) y también hacia el Partit dels Socialistes.

Entre los promotores de la línea soberanista se encuentran la consejera de Enseñanza, Carme Laura Gil, el diputado al Congreso Carles Campuzano, y diversos parlamentarios autonómicos, entre quienes figuran Josep Rull o Meritxell Borràs. Los nacionalistas radicales no quieren que se les identifique con una determinada corriente organizada, aunque muchos son miembros del colectivo Sinapsi, y quieren presentar sus propuestas abiertas a todos los delegados.

La asamblea que se celebrará el próximo sábado está abierta a todos los militantes del partido y en la práctica servirá para que el sector radical del partido se ponga de acuerdo a la hora de presentar sus propuestas. Los ponentes de esta sesión serán la consejera Carme Laura Gil, Joan Vallvé, presidente del Consejo Nacional de CDC, y Josep Camps, hombre de confianza del secretario general, Pere Esteve. Esteve, precisamente, tiene conocimiento de la celebración de esa asamblea a la que ha dado consentimiento.

La Joventut Nacionalista de Catalunya, rama juvenil del partido, presentará enmiendas en el mismo sentido aunque lo hará de forma autónoma, sin vincularse con la asamblea del próximo sábado en el Baix Llobregat.

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La ponencia política para el congreso que en noviembre celebrará CDC ha sido coordinada por Artur Mas, consejero de Economía y candidato a secretario general del partido. El contenido actual -en el que no aparece el reconocimiento del derecho de autodeterminación- ha sido celebrado por los más moderados de CDC, agrupados en torno a la plataforma Catalanisme i progrés.

Los soberanistas, no obstante, aspiran a dar la vuelta a la situación. Con ello pretenden que no se diluya la línea nacionalista aprobada en el X congreso, celebrado en 1996 y en el que Esteve fue elegido secretario general. En estos últimos cuatro años, el partido ha hecho un giro nacionalista que le ha llevado a estrechar relaciones con el Partido Nacionalista Vasco (PNV) o el Bloque Nacionalista Galego (BNG) a través de la Declaración de Barcelona. CDC, además, ha llegado a proponer la revisión de la Constitución y el Estatuto, lo que se produjo después de la tregua de ETA, en septiembre de 1998 Desde entonces la aritmética parlamentaria ha impuesto una severa penitencia. CiU ha buscado los votos del PP en lo que al Parlament se refiere. En el pacto de investidura que llevó a Jordi Pujol a la presidencia de la Generalitat, gracias a los votos del PP, CiU se comprometió a la observancia estricta de la Constitución y el Estatut. Por eso en los últimos meses, los nacionalistas catalanes han dejado de agitar sus reivindicaciones más radicales y han optado por el pragmatismo de la comodidad aritmética.

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